BERLÍN.- La tormenta Emma que se abatió este fin semana sobre varios países europeos, con vientos de hasta 200 kilómetros por hora, causó trece muertos, entre ellos una niña de 11 años, y daños materiales por valor de millones de euros.
Los vientos continuaron el domingo (horario local) por la noche, y el balance se elevó a cinco muertos en Alemania, cuatro en Austria, dos en Polonia y dos en la República Checa, a los que se tiene que añadir decenas de heridos, algunos de gravedad.
Una niña de 11 años murió cuando se le cayó encima un árbol en Libeznice, a las afueras de Praga, y un anciano de 80 años perdió la vida al ser alcanzado por un fragmento metálico caído de un tejado en Nymburk, cerca de la capital checa.
Alemania tuvo el balance más negativo: cuatro hombres y una mujer murieron en accidentes de coche causados por la tormenta.
En Austria murieron cuatro personas, entre ellas dos turistas alemanes. Una falleció en un campamento aplastada por su propio coche, dos por la caída de árboles y la cuarta pereció en el interior de un taxi por el despeño de piedras.
La tormenta levantó vientos cuyos valores máximos oscilaron entre 140km/h, en la República Checa, y 220 km/h, en los Alpes alemanes.
Además de en estos países, Emma también barrió en Holanda, Bélgica, el este de Francia, Hungría y Rumanía.
Los bomberos y los servicios de salvamento recibieron cientos de llamadas de personas alarmadas por la intensidad de la tormenta, que se llevó por delante tejados y galpones.
En Alemania se calculan "decenas de millones de euros" en daños, según las autoridades.
Numerosas personas resultaron heridas por caídas de árboles, algunas de ellas de gravedad, sobre todo en Austria y Alemania.
Emma motivó asimismo el cierre de numerosas carreteras y líneas ferroviarias, en particular en Austria y Alemania, además de provocar alteraciones en el tráfico aéreo y prolongados retrasos en aeropuertos como el holandés de Amsterdam-Schipol o el de Múnich (sur de Alemania).
La tempestad dejó a oscuras a miles de hogares alemanes, austriacos y checos debido a cortes en el suministro eléctrico.
Hace algo más de un año, en enero de 2007, otra tormenta, Kyrill, golpeó duramente Europa, donde dejó 47 muertos y pérdidas por valor de dos mil millones de euros.