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Santiago: Jueves 10 de octubre del 2024 | Actualizado 13:24
LONDRES.- La diputada laborista Kate Hoey criticó hoy a su correligionario y primer ministro, Gordon Brown, por aceptar acoger este domingo en su despacho oficial de Downing Street la antorcha olímpica.
En un artículo publicado en el vespertino “Evening Standard,” Hoey, que fue secretaria de Estado para el Deporte, acusa a Brown de "colisión” en lo que es sólo un golpe publicitario para Beijing y dice que un día tal vez se arrepienta.
La invitación a llevar la antorcha olímpica se dirige directamente a las autoridades de la ciudad que la acogen y al comité olímpico nacional, así que es el alcalde de Londres y no el Gobierno quien se ha encargado de los detalles organizativos, escribe Hoey.
La parlamentaria se hace eco de un informe de Amnistía Internacional según el cual “está cada vez más claro que buena parte de la actual ola represiva (china en el Tíbet) se está produciendo no a pesar de los Juegos sino como consecuencia de los mismos".
"La misma antorcha que Gordon Brown sostendrá orgullosamente en Doowning Street recorrerá en junio el Tíbet, lo que constituye un burdo insulto al pueblo tibetano. El Comité Olímpico Internacional no debería permitir que esto ocurriera, y nuestra Asociación Olímpica Británica debería exigir que se modificase la ruta", agrega Hoey.
La diputada advierte de que Londres “corre peligro de heredar (en el 2012) unos Juegos Olímpicos politizados y gravemente empañados por Beijing y agregó que "la mayoría de los que protesten el domingo pacíficamente no reclamarán, según Hoey, que se boicotee deportivamente a Beijing pero, como en mi caso, querrán que los diplomáticos y los miembros del Gobierno se abstengan de la ceremonia inaugural, un espectáculo extravagante que poco tiene que ver con el deporte".
El último sondeo, añade la diputada laborista, “indica que los londinenses no creen que los residentes en este capital vayan a beneficiarse de modo significativo de los Juegos del 2012. Y las fotos de Gordon Brown participando en una ceremonia manchada ya con la sangre de tibetanos inocentes no serán precisamente útiles".
