CARACAS.- El gobernador de Nuevo México y ex aspirante demócrata a la Casa Blanca, Bill Richardson, se reunirá mañana en Caracas con el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, para abordar el tema de los rehenes estadounidenses en manos de las FARC.
Fuentes oficiales venezolanas confirmaron hoy que Richardson será recibido el sábado en el Palacio presidencial de Miraflores, sin ofrecer más detalles respecto a la reunión.
El gobernador estadounidense, que se entrevistó el mes pasado con el Mandatario de Colombia, Álvaro Uribe, afirmó hace dos días, al anunciar su viaje, que no iría a Venezuela en calidad oficial, sino porque los familiares de los tres secuestrados de la guerrilla solicitaron su mediación.
Richardson, cuya llegada está prevista para hoy en la capital venezolana, dijo en una rueda de prensa en Santa Fe (EE.UU.) que iba a ver si “Chávez puede ser un mediador y ayudar".
"No es fácil hablar con las FARC”, declaró el gobernador demócrata, que durante el mandato del presidente estadounidense Bill Clinton fue embajador ante la ONU y secretario de Energía, y negoció la liberación de rehenes estadounidenses en Corea del Norte, Sudán e Irak.
En sus declaraciones a la prensa, Richardson señaló que antes de intentar iniciar negociaciones con la guerrilla colombiana quería reunirse con los jefes de Estado de Colombia y Venezuela.
"Lo que intento hacer con el presidente Chávez es conseguir que nos ayude a la liberación de los tres estadounidenses y de otros (...secuestrados) colombianos,” entre ellos la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, explicó.Los contratistas estadounidenses Keith Stansell, Thomas Howes y Marc Gonsalves se encuentran en manos de las FARC desde 2003, tras estrellarse la avioneta en la que viajaban en el sur de Colombia.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) entregaron los pasados meses de enero y febrero a seis rehenes colombianos al gobernante venezolano, quien fue cesado por Uribe en noviembre de 2007 en su papel de mediador para un canje humanitario en Colombia.
En medio de la crisis diplomática entre ambos países, las FARC anunciaron la entrega de los rehenes a Chávez, en una decisión unilateral y en “desagravio” por haber sido apartado de la mediación por el presidente colombiano.
Las relaciones entre Bogotá y Caracas sufrieron un nuevo colapso en marzo, tras el bombardeo colombiano a un campamento de las FARC en Ecuador, en el que murieron 26 personas, entre ellas el segundo al mando de la guerrilla, “Raúl Reyes,” un ecuatoriano y cuatro universitarios mexicanos.
Ante esta violación de la soberanía ecuatoriana, Chávez anunció la movilización de tropas a la frontera con Colombia y ordenó la expulsión del cuerpo diplomático colombiano en Caracas y el cierre de la embajada venezolana en Bogotá.
El Gobierno del presidente ecuatoriano, Rafael Correa, rompió relaciones diplomáticas con Colombia e igual medida tomó el mandatario de Nicaragua, Daniel Ortega, en solidaridad con Quito.
Los cuatro gobernantes abrieron una vía de reconciliación en su encuentro durante la cumbre del Grupo de Río el mes pasado en Santo Domingo, pero las relaciones entre Quito y Bogotá siguen interrumpidas.
En tanto, las FARC advirtieron que no harán más liberaciones unilaterales y reiteraron su exigencia a Uribe de que desmilitarice los municipios de Pradera y Florida para negociar un canje de 40 rehenes -incluidos los tres estadounidenses- por 500 guerrilleros presos, una medida a la que el mandatario colombiano se opone.
La visita a Caracas del gobernador de Nuevo México se produce unos días antes de la anunciada visita del ministro francés de Exteriores, Bernard Kouchner, a Colombia, Ecuador y Venezuela la semana próxima.