BOGOTA.-Las autoridades informaron el miércoles que un reconocido narcotraficante al que dieron muerte en la víspera no era Miguel Angel Mejía Múnera, sino su hermano, Víctor, por el que también Estados Unidos ofrecía una recompensa de hasta cinco millones de dólares.
En un comunicado divulgado en el sitio de internet de la policía nacional, las autoridades dijeron que la identidad plena de Víctor se pudo establecer mediante las huellas digitales y que al momento de su muerte, éste llevaba documentos de identidad de su hermano, “una estrategia que utilizaban frecuentemente y con la que confundían incluso, a los integrantes de sus propios anillos de seguridad”.
El Ministerio de Defensa dijo en un comunicado que Víctor Manuel Mejía Múnera era un “reconocido narcotraficante y formador de bandas criminales al servicio del narcotráfico en los departamentos de Magdalena, Nariño, Arauca y Antioquia”.
Tenía vigentes cinco órdenes de captura y estaba pedido en extradición por Estados Unidos, que ofrecía hasta cinco millones de dólares por datos que condujeran a la su captura, dijo la nota oficial.
La operación policial se realizó el martes en la tarde cuando una unidad elite de 14 policías, que seguía la pista de un informante, llegó al local donde se encontraba Mejía Múnera, una finca llamada La Unión, entre los municipios de Tarazá y Caucasia, en el norte de Antioquia y a unos 400 kilómetros al noroeste de Bogotá.
El general Oscar Naranjo, director de la policía nacional, dijo que durante años los hermanos Mejía Múnera “han jugado permanentemente a engañar a las autoridades y ahí tengo que reconocerlo desde el año 2000 lograron confundir a sus compinches, a los miembros de su organización, logran también confundirnos a nosotros”.
“En ocasiones recibíamos información de que estaba o Miguel Angel o Víctor Manuel, nosotros con preocupación nos dábamos cuenta de que allí había problemas en la identificación, jugaron siempre a eso a confundir a las autoridades”, indicó Naranjo en una entrevista con la radio Caracol.
Aseguró que junto a Víctor Mejía Múnera fueron muertos también dos miembros de su seguridad y otros tres fueron detenidos. Agregó que el narcotraficante se encontraba en la finca desde hacía unas tres semanas.
Víctor Mejía Múnera “tenía una costumbre que realmente la entendimos ya muy al final de estas operaciones y es que sobre las dos o tres de la mañana se levantaba de la casa de la finca y se refugiaba en una zona selvática, en una hamaca”.
Mejía Múnera, agregó el oficial, “partía de una premisa, que además podía resultar cierta, que las operaciones de registro y allanamiento normalmente nosotros la producimos sobre la madrugada, eso lo entendimos y por eso ayer se lanza esa operación justamente en una hora distinta y se produce ese contacto armado cerca de las 17:50 de la tarde”.
Las autoridades señalan a los Mejía Múnera de manejar las rutas de envío de cocaína desde la costa norte de Colombia hacia Estados Unidos y Europa desde la década de 1990.
De acuerdo con las estimaciones oficiales, los hermanos Mejía Múnera, con estrechos lazos a grupos paramilitares, enviaron sólo en dos años unas 68 toneladas de cocaína a Estados Unidos y Europa.
Naranjo ratificó que para llegar a Víctor Mejía Múnera recibieron datos de informantes, que recibirán el pago de la recompensa de hasta cinco millones de dólares, pero no ofreció detalles.
Ya el martes tarde tras informarse de la muerte del narcotraficante, Naranjo había destacado cómo los Mejía Múnera habían “contaminado” incluso a oficiales de su institución, como el caso del teniente coronel de la policía Juan Carlos Martínez, quien era el segundo al mando en el departamento del César, al norte del país.
Martínez fue destituido del cargo en enero por ser sorprendido por la policía en una carretera del municipio de Copey, en el César y a unos 550 kilómetros al norte de Bogotá, a bordo de uno de los tres autos que escoltaban a Miguel Angel Mejía Múnera, quien logró escapar.