WASHINGTON.- Tras un viaje de nueve meses, la sonda estadounidense Phoenix se prepara para posarse sobre Marte este domingo en busca de indicios de signos de posibles formas de vida pasada o presente.
"Este es un momento de nerviosismo", dijo el domingo a periodistas Barry Goldstein, director del proyecto Phoenix en el Laboratorio Jet Propulsion de la NASA en Pasadena, California (oeste), desde donde se controla la misión.
Los científicos aguardan con ansiedad la llegada a Marte de 'Phoenix Mars Lander', el proyecto de 420 millones de dólares de la agencia espacial estadounidense que pretende tomar una muestra del hielo del permafrost ártico del planeta rojo para analizarlo en busca de signos de vida.
"Esperar y observar" es lo único que el equipo puede hacer mientras transcurren las pocas horas que faltan para que la sonda toque la superficie marciana, y 15 minutos después lleguen a Tierra noticias sobre esa riesgosa maniobra.
Desde el comienzo de la exploración de Marte en la década de 1960, más del 50% de las misiones han fracasado en sus intentos de tocar el planeta rojo.
"Tenemos un buen desempeño" con respecto a los demás países, aseguró sin embargo Goldstein en referencia a las anteriores iniciativas estadounidenses, como los robots Spirit y Opportunity, que se posaron en enero de 2004 y desde entonces exploran el suelo de Marte.
Los científicos cancelaron el sábado una corrección de la trayectoria de Phoenix porque estaba "bien en curso para su aterrizaje del domingo en la llanura ártica marciana", informó en su website el centro de control de Pasadena.
Luego de su viaje de 679 millones de km desde que partió en agosto de 2007, y tras ingresar a 21.000 km/h a la alta atmósfera de Marte protegida por su escudo térmico, Phoenix desplegará un paracaídas supersónico para disminuir su velocidad.
A continuación la sonda encenderá cohetes propulsores que le permitirán posarse con suavidad sobre sus tres pies, en la región de Vastitas Borealis, llano circumpolar libre de piedras que correspondería en latitud, en la Tierra, al norte de Canadá.
Phoenix se convertirá en la primera nave espacial en posarse sobre la superficie ártica de Marte y perforar el hielo de su suelo polar, donde las temperaturas van de menos 73ºC a menos 33 grados Celsius, usando instrumentos científicos para analizar las muestras.