ROMA.- La torre inclinada de Pisa ha sido exitosamente estabilizada y está fuera de peligro por al menos 300 años, dijo un ingeniero que está monitoreando la icónica atracción turística italiana.
"Se han confirmado todas nuestras expectativas", explicó el profesor Michele Jamiolkowski, ingeniero y geólogo, citado por el principal periódico de Italia, el Corriere della Sera.
La inclinación de la torre, de aproximadamente cuatro metros de la vertical, permaneció estable en los últimos años, luego de que un gran proyecto de ingeniería que finalizó en el 2001 corrigió el ladeo en alrededor de 40 centímetros desde donde estaba en 1990, cuando comenzó el plan.
"Ahora podemos decir que la torre puede descansar fácil por al menos 300 años", dijo Jamiolkowski al periódico en un artículo publicado el miércoles.
La torre estuvo cerrada a los visitantes durante casi 12 años desde 1990, cuando se estaba hundiendo aproximadamente un milímetro al año, y reabrió en diciembre del 2001, al final de la mayor fase del proyecto de consolidación y restauración.
El campanario autónomo de 14.000 toneladas, un símbolo arquitectónico de Italia reconocido internacionalmente, junto al Coliseo de Roma, fue construido en varias etapas entre 1174 y 1370.
Anclada con cables
La torre comenzó a inclinarse tras completarse varios pisos debido a un terreno inestable. Los constructores utilizaron primero piedras trapezoidales para colocar la estructura nuevamente en posición vertical, pero continuó inclinándose.
Durante la fase de estabilización del proyecto, que finalizó en el 2001, la estructura fue anclada con cables mientras se inyectaba cemento para aliviar la presión sobre el terreno. La inclinación de la torre está ahora considerada segura y es aproximadamente similar a la de 1700.
Los restauradores están empleando un andamiaje liviano, diseñado especialmente, hecho de una aleación de aluminio, como base desde la cual limpiar el mármol blanco y gris de la torre.
Las autoridades han señalado durante años que no tienen intención de enderezar la torre, lo cual le quitaría su estatus único y atractivo turístico.
Se dice que el astrónomo Galileo, condenado ante la Inquisición del Vaticano por su creencia de que la Tierra giraba alrededor del Sol, usó la torre de su ciudad natal para experimentos sobre gravedad.