PARÍS.- El Dalai Lama comienza mañana una visita "espiritual" a Francia de doce días que no incluirá una entrevista con el Presidente francés, Nicolas Sarkozy, presente el viernes en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Beijing.
Sarkozy declaró la semana previa a la visita del Premio Nobel de la Paz 1989 a Francia que comprende que el Dalai Lama, "teniendo en cuenta las circunstancias presentes", no solicite entrevistarse con él durante su estancia en Francia.
Por su parte, el representante del líder budista en Francia, Wangpo Bashi, precisó que una reunión entre Dalai Lama y el máximo Gobernante galo tendrá lugar a lo largo del presente año y afirmó que ahora "no es el momento propicio" pues podría entenderse como una "provocación" a Beijing.
Tras la violenta represión de las manifestaciones en el Tíbet el pasado marzo, Sarkozy había indicado que todas las opciones sobre su viaje a Beijing estaban abiertas y había condicionado su presencia en los JJ.OO. a los avances del diálogo entre las autoridades chinas y el Dalai Lama, líder espiritual tibetano.
Llegó incluso a decir que no corresponde a Beijing "fijar su agenda", ante las advertencias chinas sobre las "graves consecuencias" que tendría un encuentro entre el líder francés y el budista.
Asimismo, el presidente francés justificó su decisión de asistir a la inauguración de los Juegos Olímpicos, muy criticada por partidos de izquierda y defensores de la libertad de expresión, con el argumento de que "humillar" a China no haría progresar allí los derechos humanos.
El Presidente francés ha ido rebajando gradualmente el tono de su discurso a lo largo de los últimos meses, y en la víspera de la apertura de los JJ.OO. envió un "mensaje caluroso de amistad" al pueblo chino y definió esa amistad como "histórica, indefectible e inquebrantable".
