Decenas de iraquíes protestan por su rechazo a la visita del Presidente estadounidense, George W. Bush.
EFEBAGDAD.- El Ejército estadounidense traspasó a las fuerzas iraquíes la seguridad de la fortificada Zona Verde en Bagdad, circunscripta por un muro de cuatro metros de altura construido por Estados Unidos tras la invasión en 2003, donde se encuentran, además de las sedes del Gobierno y del Parlamento y distintas embajadas.
El simbólico cambio, considerado un hito en el camino del país mesopotámico hacia la recuperación plena de su soberanía, se produce un día después de que venciera el mandato de Naciones Unidas para las fuerzas extranjeras en Irak. Para el Primer Ministro iraquí, Nuri al Maliki, "tenemos el derecho de considerar esta fecha como un día clave para el restablecimiento de nuestra soberanía y el comienzo de la recuperación de cada pulgada de nuestro suelo".
La permanencia de unos 140 mil efectivos estadounidenses en Irak quedó amparada por un acuerdo de seguridad bilateral, que al mismo tiempo limita las atribuciones de las tropas norteamericanas y estipula su retirada escalonada hacia fines de 2011.
Pocas horas antes del vencimiento, el Gobierno de Bagdad firmó otros acuerdos similares para regular la presencia de los cerca de 4 mil 100 efectivos británicos y de los mil australianos, que tendrán que abandonar el país hacia fines de julio de este año. Además, las tropas inglesas entregaron a las iraquíes la responsabilidad del sector civil en el aeropuerto de Basora, cuyas instalaciones militares seguirán a cargo de los británicos.
El área más fortificada de Irak, que se extiende por cerca de 10 kilómetros cuadrados y que se encuentra en la ribera occidental del río Tigris, incluye importantes edificios gubernamentales como la sede del Gobierno, del Parlamento y varias embajadas.
Para acceder a la zona en que habitan cerca de 10 mil iraquíes, se accede a través de cuatro entradas, donde hasta hoy las fuerzas estadounidenses revisaban tanto los pases especiales como los documentos de identidad, y registraban minuciosamente los vehículos por en búsqueda de artefactos explosivos.