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Santiago: Domingo 06 de octubre del 2024 | Actualizado 19:53
CIUDAD DE MÉXICO.- El gigante mexicano del cemento Cemex SAB recortará 700 millones de dólares en costos para mitigar los efectos de la crisis económica mundial, informó la empresa ayer tras reportar su primera pérdida trimestral neta en una década.
La crisis crediticia y la caída en el mercado inmobiliario de Estados Unidos llevaron a Cemex a recortar otros 200 millones de dólares en costos de operación con respecto a lo que había planeado previamente, según Héctor Medina, vicepresidente ejecutivo de planeación y finanzas.
“Nuestra meta es reducir la estructura de costos de la compañía a un nivel en el que sea consistente con el descenso en nuestros mercados”, dijo Medina en una conferencia telefónica.
El jueves, Cemex reportó una pérdida de 707 millones de dólares en el último trimestre del 2008. La compañía ha sido afectada por la depreciación del peso mexicano y la deuda por 16.300 millones de dólares que tiene tras la adquisición de la cementera australiana Rinker Group Ltd. en 2007. Cemex informó esta semana que volvió a financiar 2.300 millones de dólares en deuda para este año y 2010, prolongando la fecha de vencimiento hasta febrero de 2011.
El director financiero, Rodrigo Treviño, dijo que Cemex buscará volver a financiar otra cantidad de sus 18.000 millones de deuda total entre enero del 2009 y el 2011. Agregó que la compañía también planea vender fábricas de conglomerado, concreto y cemento en Australia, Austria, Hungría y otras partes del mundo, para recaudar unos 2.000 millones de dólares.
“Estamos comprometidos a reducir el nivel de deuda de forma que podamos volver a tener flexibilidad y estar en una mejor posición para volver a refinanciarnos”, dijo Treviño.
Las ganancias anuales de la empresa fueron menores por 92%, sumando 203 millones de dólares en el 2008, en contraste con los 2.400 millones de dólares que alcanzó en el 2007, según un reporte de ganancias. La empresa con oficinas centrales en Monterrey responsabilizó de la caída de sus ingresos a una reducción de sus ventas, por la cancelación de proyectos de infraestructura o su aplazamiento alrededor del mundo, y a una pérdida en sus inversiones financieras.
La compañía reportó una desplome de 23% en las ventas del último trimestre a 4.500 millones de dólares. Sus ventas perdieron 13% en México y 32% en su mercado estadounidense.
