AMSTERDAM.- Un tribunal de Amsterdam declaró hoy en quiebra el banco holandés DSB, después de que los clientos retiraran de forma masiva sus depósitos.
El domingo habían fracasado los últimos intentos de salvar la institución crediticia, que tiene unos 400.000 clientes y más de 1.700 empleados.
El ministro holandés de Finanzas, Wouter Bos, había rechazado la posibilidad de que el DSB recibiera garantías y fondos del Estado, alegando que los problemas del banco no se debían a la crisis financiera sino a errores propios.
El fracaso de las negociaciones con un grupo inversor estadounidense para la adquisición del DSB se debió, entre otros motivos, a la negativa del gobierno holandés a otorgar la necesaria ayuda financiera, por un monto de unos 100 millones de euros.
