BOGOTÁ.- El proceso para liberar a dos rehenes secuestrados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) quedó en incertidumbre, después de que el Gobierno dijera que no ha autorizado la reanudación del operativo, mientras que la Cruz Roja afirmara que la entrega podría cumplirse durante el transcurso de mañana martes.
Ayer, la misión humanitaria, liderada por la ex senadora Piedad Córdoba, no pudo recibir de manos de la guerrilla al mayor de la Policía Guillermo Solórzano ni al suboficial del Ejército Salín Antonio Sanmiguel, lo que provocó molestia en el Gobierno.
Córdoba y los demás integrantes de la misión sólo pudieron recibir al uniformado Carlos Alberto Ocampo, secuestrado desde finales de diciembre de 2010.
"Ya se está empezando a partir del día de hoy todas las preparaciones para que la operación se dé el día de mañana", dijo el jefe de la misión del CICR en Colombia, Christophe Beney, a "Caracol Radio".
El miembro del organismo humanitario sostuvo que indicarían al Ministro de Defensa y al comandante de las Fuerzas Militares el área donde recibirían a los dos rehenes de las FARC, en la provincia del Cauca, a fin de que se suspendan las operaciones militares por 36 horas.
Desmentido
Pese a lo anterior, el Gobierno, que en principio se declaró escandalizado por lo sucedido y dijo que la conducta de las FARC causaba molestia e inquietud, aseguró que no ha autorizado la reanudación de la operación de la misión humanitaria.
"El Gobierno Nacional se permite informar que no es cierto que haya autorizado la reanudación de algún operativo para la liberación de secuestrados", dijo un comunicado.
"El Gobierno Nacional está a la espera de reunirse con el Comité Internacional de la Cruz Roja para recibir toda la información de lo sucedido en la jornada de ayer y sólo después de eso se tomará una decisión con respecto a los operativos de liberación", precisó.
En la región donde se tenía prevista la entrega, las Fuerzas Militares mantienen intensos operativos por aire y tierra contra el líder guerrillero, Alfonso Cano.
Pero el jefe del CICR en Colombia no hizo comentarios sobre un posible acto premeditado de la guerrilla para sacar ventaja y atribuyó lo sucedido a "un error de coordenadas".