QUITO.- La Policía de Ecuador informó hoy los resultados de un operativo internacional que descubrió una fábrica clandestina de armas en Quito, que aparentemente vendía y enviaba armas a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Según el teniente coronel Marcelo Tobar, jefe antinarcóticos de Quito, la fábrica estaba instalada en un barrio popular de la ciudad.
En la casa se encontraron fusiles, municiones, pistolas, granadas, precursores químicos y documentación entre la cual hay un cuaderno con apuntes relacionados con entrenamientos recibidos en los Frentes 48 y 29 de las FARC.
La fábrica estaba bajo la administración de Marco Narváez Santacruz, quien vivía allí y tenía un permiso legalizado hasta 2012 otorgado por el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas de Ecuador para la fabricación de armas de bajo calibre.
Narváez no fue detenido ya que según reportes de la Dirección de Migración salió de Ecuador rumbo a Estados Unidos el pasado diciembre, aunque se desconoce si ese es su paradero actual. Otras dos personas que participaban con Narváez de esta actividad fueron detenidas: el ecuatoriano Óscar Córdova Rojas de 35 años y el colombiano Álvaro Pedroza Morales, de 52.
El policía Marcelo Tobar afirmó que los detenidos abastecían de armas a los frentes de combate de la guerrilla de las FARC, según constaba en documentación encontrada en la fábrica, pero no dio más detalles sobre el contenido de ese documento.
También se encontraron mercancías y vehículos que vinculan a este grupo con asaltos en carreteras y negocios de drogas.
Otras tres casas de Quito fueron allanadas dentro de esta investigación. La operación denominada Hunter, no ha concluido y la Policía continuará con los operativos.