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Santiago: Miércoles 24 de abril del 2024 | Actualizado 19:50
EL CAIRO.- Al menos 73 personas murieron este miércoles tras una invasión de hinchas de dos equipos de fútbol egipcios en la ciudad de Port Said, que deja unos mil heridos.
Esto, luego que los fanáticos del local, Al-Masry, irrumpieron en la cancha tras la victoria 3-1 sobre el visitante Al-Ahly, el más popular del país.
"Las fuerzas de seguridad nos han abandonado, no nos han protegido", contó uno de los jugadores del Al-Masry, Mohamed Aboutreika, agregando que "un seguidor acaba de morir en el vestuario, delante de mí".
El mismo impacto es el vivido por Mohamed Barakat, del Al-Ahly, quien dijo que a consecuencia del enfrentamiento "estamos viendo varios cadáveres".
La información fue confirmada por el delegado de Sanidad de Port Said, Helmy Ali al Atny, quien precisó la mayoría de los fallecidos perdieron la vida por fracturas en el rostro y por hemorragias internas.
"Esto es lamentable y triste profundamente. Es el mayor desastre en la historia del fútbol de Egipto", dijo el viceministro de Salud, Hisham Shiha.
Los "ultras" del-Al Ahly, más conocidos como los "Diablos Rojos", son conocidos en el país por enfrentarse con frecuencia a las fuerzas de seguridad egipcias en las protestas que han sacudido en los últimos meses la plaza Tahrir de El Cairo.
De hecho, tras la revolución, varios partidos de fútbol han sido testigos de la violencia debido a la ausencia de las fuerzas policiales.
"En el vacío de seguridad que ha durado desde la revolución, la policía ha desaparecido, básicamente, de la calle después de su actuación notoria durante la revolución", señalaron las autoridades.
A raíz de la tragedia en el estadio de Port Said, las autoridades decidieron suspender indefinidamente todos los partidos de la liga local.
En tanto, el jefe de la Junta Militar, Mohamed Hussein Tantawi Soliman, ordenó que dos helicópteros del Ejército se desplacen a Port Said para evacuar a los jugadores y a los aficionados del Al-Ahli.
Asimismo, el fiscal general del país anunció la apertura de una investigación sobre los hechos de violencia que derivaron en la tragedia.
