RIO DE JANEIRO.- Los accidentes de tránsito ocurridos en las carreteras brasileñas en Navidad provocaron 222 víctimas mortales, pese a que rige la Ley Seca sancionada por la Presidenta, Dilma Rousseff, con el fin de reducir la imprudencia en el tránsito, que deja 40.000 muertos por año.
La Policía Caminera Federal informó que este año aumentó en un 37,8% frente a 2011 el número de víctimas fatales en los accidentes registrados en carreteras nacionales entre el viernes 21 de diciembre y el martes 25, en el fin de semana largo de Navidad.
El numero de víctimas puede ser bastante más alto si se toman en cuenta las personas fallecidas en las rutas estaduales en ese mismo período, sobre las cuales no se difundió ninguna estadística que incluya a los 26 estados de la Unión.
El registro de las autopistas y carreteras federales indica que hubo este año 3.027 accidentes, con un saldo de 1.942, heridos frente a 3.296 siniestros y 1.965 heridos ocurridos en 2011.
El accidente más grave sucedió en el estado nordestino de Pernambuco, donde 11 personas murieron y 4 resultaron heridas como consecuencia del choque entre un camión y una furgoneta el domingo por la mañana.
Según la policía, el conductor del camión, que resultó herido, estaba ebrio en el momento de la colisión.
Desde el viernes rige la nueva Ley Seca, sancionada por la presidenta Rousseff, que estableció sanciones más severas a los automovilistas que conducen en estado de ebriedad, quienes recibirán penas que van desde multas a prisión, incluso cuando no realicen el examen de alcoholemia.
