CIUDAD DEL VATICANO/SANTIAGO.- El próximo Papa, quien será elegido en el cónclave que comienza este martes, deberá tener "conciencia de los problemas de la Iglesia de hoy" y capacidad de gobernar. Así lo consideró el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, horas antes del inicio de la primera votación en la Capilla Sixtina.
El nuevo Pontífice deberá tener "una conciencia de los problemas de la Iglesia en el mundo de hoy, de los problemas del anuncio del evangelio del mundo actual", señaló Lombardi, en una entrevista con el canal CNN Chile.
También será "una persona de horizontes amplios y abiertos con profunda inteligencia", agregó.
Del mismo modo, deberá contar "con capacidad de gobierno, porque la Iglesia universal es una institución muy grande, muy articulada. Guiarla es algo que necesita de una persona con fuerza y capacidad de iniciativa", agregó el sacerdote jesuita, de 70 años de edad.
El vocero del Vaticano también desestimó las acusaciones planteadas contra el cardenal chileno Francisco Javier Errázuriz -quien participa en el cónclave- por víctimas de abusos cometidos por sacerdotes. Dichas afirmaciones mencionan el supuesto encubrimiento de hechos vinculados al suspendido ex párroco de El Bosque, Fernando Karadima.
Los antecedentes de dicha denuncia fueron publicadas en el diario estadounidense "The New York Times".
"Tengo una experiencia bastante larga de lo que el "Times" u otros medios escriben. Ese diario muestra una tendencia de acusar a la Iglesia y a personas de la Iglesia que no es verdaderamente objetiva y fundada", enfatizó Lombardi.
"En particular, las acusaciones en ese artículo en las que se menciona al cardenal Errázuriz no son fundadas. Sabemos que él ha llevado muy bien su cargo", recalcó.
"Es absolutamente sin fundamento acusarlo de que no es una persona digna de tener su plaza en el cónclave", añadió.
"Esperamos que el cónclave no sea largo"
Sobre el proceso de elección que comienza este martes, Lombardi manifestó su esperanza en que la decisión se conocerá pronto.
"Esperamos un cónclave que no sea muy largo, porque es bien por la Iglesia de tener un Papa y si hay un cónclave muy largo es un signo de que hay una dificultad de los cardenales de aprobar consensos", reconoció.
