CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Francisco insistió este domingo en la necesidad de una Iglesia más pobre al asegurar que la difusión del Evangelio no depende de los recursos disponibles, durante la homilía de la misa celebrada ante 6.000 novicias y seminaristas reunidos en el Vaticano.
"La difusión del Evangelio no se asegura ni por el número de personas, ni por el prestigio de las instituciones, ni por la cantidad de recursos disponibles. Jesús mandó a sus discípulos a predicar sin billetera, sin chaqueta y sin sandalias", explicó.
Durante su homilía, el Papa recordó las palabras de Benedicto XVI en las que decía: "La Iglesia no es nuestra, sino de Dios. El campo a cultivar es suyo", y afirmó que "los obreros" para evangelizar "no son elegidos mediante campañas publicitarias o llamadas al servicio y a la generosidad, sino que son elegidos y mandados por Dios".
Por ello, subrayó que ser cura o monja no es una profesión, como sastre o cocinero, sino que es "otra cosa".
También explicó a los seminaristas y novicias presentes que la "evangelización se hace de rodillas", rezando, y que "el riesgo del activismo, de confiar demasiado en las estructuras, está siempre al acecho".
Tras la misa, el Papa celebró el tradicional rezo del ángelus dominical asomado desde la ventana del palacio pontificio y en su discurso explicó que "anunciar el Reino de Dios es algo urgente y que no hay que perder el tiempo en charlas, ni esperar el consenso de todos".
"¡Cuántos misioneros hacen esto. Siembran vida, salud y consuelo en las periferias del mundo!", dijo Francisco.
Por otro lado, el Pontífice afirmó, tras su Ángelus dominical, que su primera encíclica "Lumen fidei", escrita en su mayor parte por su predecesor Benedicto XVI, puede "ser útil a quien está buscando a Dios".
Desde la ventana del palacio apostólico, Francisco recordó que el pasado viernes fue publicada la encíclica sobre la fe "Lumen fidei" (La luz de la fe), la cual había sido iniciada por Benedicto XVI y él había terminado.
El Santo Padre aseveró que la ofrecía "con alegría a todo el Pueblo de Dios, especialmente ahora que necesitamos ir a lo esencial de la fe cristiana, profundizar en ella y compararla con las problemáticas actuales".
"Pero pienso -añadió- que al menos en algunas partes puede ser útil a quien está buscando a Dios y el sentido de la vida".
El pasado viernes, el Vaticano publicó la encíclica, en la que se subraya la necesidad de recuperar la fe en el mundo actual "en el que la fe es vista como un salto al vacío que impide la libertad del hombre".
Francisco reconoció que la mayor parte del texto es de Benedicto XVI, que no llegó a completarla tras su renuncia, y que él había hecho sólo algunas aportaciones.