NUEVA YORK.- La evidencia sugiere que un ataque con gas venenoso contra los rebeldes sirios el 21 de agosto fue llevado a cabo por las fuerzas del Gobierno sirio.
Así lo anunció este martes la agrupación Human Rights Watch después de una minuciosa investigación.
El grupo de derechos humanos con sede en Estados Unidos, dijo en un reporte publicado en Nueva York que había llegado a esa conclusión final.
Esto después de analizar los relatos de testigos, la información de la fuente probable de los ataques, los restos de las armas utilizadas y los registros médicos de las víctimas.
EE.UU. dice que en el ataque con gas venenoso en las zonas rebeldes murieron más de 1.400 personas.
