JERUSALÉN.- El Ministerio israelí de Asuntos Exteriores acusó hoy a diplomáticos de varios países europeos, entre ellos España, de actuar como "provocadores" y vulnerar la ley al acompañar el viernes en Cisjordania un convoy de ayuda a beduinos cuyas casas había demolido el Ejército israelí.
"Los diplomáticos europeos y sus Gobiernos deben una explicación por esta clara vulneración de los códigos diplomáticos de conducta", señaló el Ministerio en un comunicado sobre al incidente, en el que una diplomática francesa fue sacada por la fuerza por soldados de un vehículo que se negaba a abandonar en rechazo de la confiscación de la ayuda humanitaria.
A raíz del suceso, ocurrido el pasado viernes, "Israel ha dejado claro que no aceptará este mal comportamiento" y su "respuesta" en eventuales futuros casos "reflejará la seriedad de estas vulneraciones", advirtió la diplomacia israelí.
La diplomacia israelí rechazó también la reacción emitida por la alta representante de la Política Exterior de la Unión Europea (UE), Catherine Ashton, y la comisaria responsable de Ayuda Humanitaria, Kristalina Georgieva, que "lamentaron la confiscación" y anunciaron en un comunicado conjunto que representantes comunitarios habían pedido explicaciones a Israel sobre el incidente.
La reacción comunitaria es, a ojos de Israel, "parcial" e "ignora la clara vulneración de la ley por los diplomáticos europeos, su caso omiso a una sentencia de un tribunal israelí y su innecesaria provocación con el pretexto de la ayuda humanitaria".
El citado convoy de ayuda humanitaria iba acompañado de representantes de diez países, en su mayoría europeos y entre ellos España.
El convoy iba a entregar cinco tiendas de campaña destinadas a las familias de Jirbet Majul, cerca del Valle del Jordán, en el este del territorio ocupado de Cisjordania, donde el Ejército israelí había destruido días antes cerca de diez chabolas que habitaban un centenar de beduinos.
La demolición se produjo a raíz de una decisión del Tribunal Supremo porque las estructuras carecían de permisos de construcción, al hallarse en la denominada zona C, el 60% de Cisjordania en el que las autoridades militares israelíes controlan los asuntos civiles y de seguridad y sólo conceden permisos de construcción con cuentagotas.
Tras dos intentos previos por el Comité Internacional de la Cruz Roja de hacer llegar las tiendas, frustrados por el Ejército israelí, se organizó el viernes la citada representación diplomática extranjera para evitar que así sucediera de nuevo.
Al llegar a la zona, el Ejército israelí detuvo el convoy y amenazó con su confiscación. La representante francesa se subió a la cabina del camión que transportaba las tiendas y se negó a abandonarla.
En las imágenes editadas del incidente difundidas en la prensa se puede ver a la diplomática en el suelo rodeada de soldados y cómo, al levantarse, empuja con una mano a uno de los soldados.
Según los testigos, los soldados israelíes hicieron uso de tres granadas de estruendo en el lugar en el que se encontraban tanto los beduinos locales como los diplomáticos y trabajadores humanitarios.
En su momento, el Ejército israelí señaló que el envío de fuerzas de seguridad tenía como objetivo impedir la "colocación ilegal de una tienda de campaña" a fin de garantizar la "aplicación de una decisión del Tribunal Supremo".
"En el lugar, palestinos y activistas extranjeros lanzaron piedras y el Ejército respondió con métodos antidisturbios, confiscó las tiendas y detuvo a tres palestinos que habían sido los principales instigadores", señaló.