BUENOS AIRES.- Un director publicitario argentino rodó clandestinamente en las islas Malvinas una película sobre las andanzas de un argentino que, convencido de que es mejor hacer el amor que la guerra, visita el archipiélago con la idea fija de dejar embarazada a cuanta "kelper" (malvinense) pueda.
El filme de José Luis Marqués, que lleva el titulo de "Fuckland", un juego de palabras entre el nombre de las islas en inglés y el verbo que se usa en ese idioma para denominar la actividad que el protagonista quería realizar a toda costa, se estrenará en Buenos Aires el próximo 21 de septiembre, informó hoy el diario "Clarín".
Marqués rodó el filme en una semana de diciembre del año pasado con cuatro técnicos y dos actores, el argentino Fabián Stratas y la británica Camilla Heaney, sin que aparentemente nadie se enterara en el archipiélago por cuya soberanía Argentina y el Reino Unido libraron una guerra en 1982.
Russ Jarvis, portavoz del gobernador británico en las islas, dijo hoy a EFE que desconocía totalmente la existencia de tal película y alegó que por ello no podía hacer comentario alguno al respecto.
Además de ser el primer filme argentino rodado en las Malvinas, "Fuckland" es la primera película hecha en este país bajo el Dogma 95, las pautas fijadas por el danés Lars Von Trier para un cine "natural", sin decorados, efectos especiales e iluminación artificial.
"El proyecto surgió como una experiencia y creo que eso fue lo mejor que me pudo pasar: así me saqué de encima la presión de pensar: estoy haciendo mi primer largo", dijo Marqués en declaraciones a "Clarín".
Los integrantes del equipo llegaron a las islas como turistas con tres cámaras digitales de "inofensiva apariencia" y trabajaron sin guión.
El resultado es "cine de ficción/verdad", como lo define Marqués, quien antes de "Fuckland" sólo había realizado cortos publicitarios y ha escrito un libro sobre la experiencia de rodar en Malvinas.
El filme comienza con una escena en la que un militar previene a los visitantes del peligro de los campos y las playas minadas, y retrata la vida cotidiana en las islas en un tono del que la exasperación brilla por su ausencia, según señala "Clarín".
Marqués no pretendió hacer revisionismo histórico ni una película sobre la guerra, sino contar la relación entre una "kelper" aparentemente ingenua y un argentino que se las da de pícaro y aspira a producir una generación de argentino-malvinenses que e el futuro sean capaces de inclinar la balanza de la soberanía.
En el libro escrito por Marqués, el director de "Fuckland" cuenta el miedo que pasó el equipo por estar haciendo algo clandestino y por la posibilidad de ser descubiertos.
"Durante la semana vivimos momentos de mucha paranoia. Ignorábamos lo que estaba pasando a nuestro alrededor, si alguien sospechaba de nosotros si nuestra estadía ya era una noticia en el pueblo. En fin, no sabíamos donde estábamos parados", escribió.
El caso de la actriz británica Camilla Heaney, seleccionada por Internet, fue el más difícil, pues en algún momento llegó a sentirse una traidora a su patria y eso creó tensiones dentro del equipo, según la información del diario.
Los gastos de rodaje ascendieron a 60 mil dólares, cantidad que se incrementó notablemente en la posproducción.
