BERLIN.- El escritor alemán y Premio Nobel de Literatura Günter Grass criticó a los representantes de la industria de su país por su falta de participación en los fondos para la indemnización de los esclavos forzados del nazismo.
La postura de las empresas perjudica la imagen de Alemania en el mundo, en opinión del escritor, quien aseguró que "me avergüenzo de que ocurra aquí algo así".
Grass volvió a apelar a los ciudadanos para que contribuyan con 20 marcos (unos diez dólares) a los fondos de compensación para los deportados que fueron obligados a trabajar durante el nacionalsocialismo.
La iniciativa emprendida por el autor de "El tambor de hojalata" y otras intelectuales ha conseguido recaudar desde julio alrededor de 1,5 millones de marcos (750.000 dólares).
Las tensas negociaciones para los trabajadores forzados del nazismo concluyeron con el acuerdo de que el gobierno de Berlín y la industria germana desembolsarían 10.000 millones de marcos (5.000 millones de dólares) a partes iguales.
Hasta la fecha el sector industrial sólo ha logrado reunir 3.300 millones de marcos debido a las reticencias de muchos empresarios a contribuir con sus aportaciones voluntarias, lo que ha despertado las críticas de todos los sectores sociales.
Estas dificultades podrían impedir que, como se había previsto, los pagos comiencen a finales de año, algo muy importante si se tiene en cuenta la media de edad y la esperanza de vida de la mayoría de las víctimas.
FUNDACION
Günter Grass asistió hoy en Bremen al "bautizo" de la fundación que llevará su nombre y está consagrada a archivar e investigar su obra.
La "Fundación Grass" será financiada por la ciudad de Bremen, la emisora Radio Bremen, la editorial Steidl y diversos empresarios, y reunirá todo el material elaborado por el escritor, desde grabaciones, pasando por entrevistas y conferencias.
Grass dijo que el proyecto le parecía una iniciativa tranquilizadora en vista de todas las cosas buenas "y a veces también estúpidas" que ha dicho en las cuatro últimas décadas.
