NUEVA YORK.- El musical "Hairspray" fue el gran ganador de la noche, con siete Tonys, incluidos al mejor libreto, partitura y dirección y al mejor actor y actriz protagónicos en un musical, Harvey Feierstein y Marissa Jaret Winokur, respectivamente.
"Nine, the Musical", protagonizada por el español Antonio Banderas, ganó el premio Tony a la mejor reposición de una obra musical en Broadway el domingo.
"Viaje de un largo día hacia la noche", la obra maestra de Eugene O'Neill, ganó el premio a la mejor reposición de una obra dramática, y Brian Dennehy y Vanessa Redgrave ganaron los premios a los mejores actor y actriz protagónicos.
Redgrave, muy emocionada al ganar su primer Tony, recordó a los artistas estadounidenses que la inspiraron a lo largo de los años.
Marc Shaiman y Scott Wittman ganaron por la letra y música de "Hairspray". Los dos, que son pareja desde hace 25 años, declararon su amor y se besaron sobre el escenario.
Mark O'Donnell y Thomas Meehan compartieron el premio al mejor libreto por "Hairspray". Por la misma obra recibieron premios el director Jack O'Brien y el actor de reparto Dick Latessa.
Jane Krakowski, la amante voluptuosa de "Nine", recibió el premio a la mejor actriz de reparto. "Nine" está basada en la película "Ocho y medio" de Federico Fellini.
El premio al mejor director de una obra dramática fue sorpresivamente para Joe Mantello de "Take me out", una obra cuyo tema es un jugador de béisbol que decide confesar su homosexualidad. "Take me out" también ganó el premio a la mejor obra dramática.
Billy Joel inauguró las ceremonias de entrega de los premios Tony 2003 en Times Square el domingo por la noche, cantando "New York State of Mind", poco después de haber ganado un premio.
La canción es presentada en "Movin' Out", una celebración de melodías de Joel ambientada con bailarines. El cantante, junto con Stuart Malina, ganó el premio por mejor orquestación.
"La Boheme", la pródiga puesta en escena de la ópera de Puccini montada por Baz Luhrmann, se llevó dos premios de diseño: uno para los escenarios, creados por la esposa de Luhrmann, Catherine Martin, y el otro por la iluminación, a cargo de Nigel Levings.
