SAN FRANCISCO.- El pintor británico Gordon Onslow Ford, quien se hizo famoso por sus coloridas composiciones de círculos, líneas y puntos, murió el pasado 9 de noviembre a los 90 años de edad, informan hoy los medios estadounidenses.
De acuerdo con la galería de arte en la localidad californiana de Iverness donde vivía, el "último surrealista" falleció en su casa tras sufrir un ataque cardiaco.
Nacido en 1912 en Wendover (Inglaterra), Ford era el último miembro con vida de la Escuela Parisina de los Surrealistas que dirigió André Breton en los años 30.
Onslow Ford pintó sus primeras grandes obras en el Royal Naval College de Dartmouth. Fue oficial de la marina británica antes de mudarse a París en 1937. Allí estudió con Andre L’hote y Fernand Leger y acudía a menudo a los estudios de Picasso y Miró.
El artista se inspiraba en la belleza de los paisajes, con cuya ayuda intentaba reconocer y representar su "mundo interior", según él mismo explicó.
Entre sus técnicas de pintura abstracta figuraba la de dejar correr libremente los colores por el lienzo.
En 1941 Onslow Ford se marchó a Nueva York, donde aparte de dar conferencias también organizó cuatro exposiciones de artistas surrealistas. Su estilo marcó la pintura de, entre otros, Jackson Pollock.
A California se marchó seis años después de llegar a Estados Unidos. Allí su arte se ha expuesto en el Museo de Arte de San Francisco, entre otros lugares.
Decidió marcharse a la costa oeste tras conocer los bosques californianos. En 1957 se compró una propiedad de 160 hectáreas en las solitarias colinas próximas a Inverness. Sus coloridos cuadros se dejaron influenciar por aquellos paisaje vírgenes.
"Las líneas, los círuculos y los puntos -dijo una vez- son, desde el punto de vista del pintor, los volúmenes que contienen todas las formas de vida".
