Mario Córdova
(16/11/2003)
Como es costumbre al finalizar el año, la Corporación Amigos del Teatro Municipal ofreció el tradicional concierto a cargo de sus más aventajados alumnos becados en diferentes disciplinas de la interpretación musical.
Esta vez, en lo que fue su vigésima versión, el evento fue en el Hotel Hyatt y tuvo dos especiales características: por una parte se homenajeó el centenario del natalicio de Claudio Arrau, con una sección exclusiva de pianistas; por otra, presentó algunos talentos de absoluta superioridad, pudiendo esperarse de ellos muy prontos triunfos en el plano profesional.
Los becados que desfilaron por el concierto fueron diecisiete, y es por eso que al resultar imposible revistarlos todos en este breve comentario, parece más adecuado resaltar a aquellos más destacados.
Entre ellos debe señalarse la excelente participación de la soprano Carolina Ullrich y el tenor Osvaldo Navarro en arias de óperas de Verdi. La primera interpretó "Caro nome" de "Rigoletto" no sólo con una seguridad y afinación que echaron por tierra toda arista riesgosa de la compleja aria sino que también supo impregnarla de una exquisita sensualidad. Navarro, avanzando a pasos de gigante hacia la integración del circuito de los grandes tenores de la ópera chilena actual, se hizo cargo de "Ah, la paterna mano" de "Macbeth" con un timbre recio y potente, demostrando con excelente proyección vocal e intencionalidad interpretativa que ya está apto para encarar responsabilidades no menores en nuestros escenarios.
La sección pianística, donde hubo cuatro solistas, fue la que concentró a los mejores valores. Destacó entre ellos tanto el aplomo de Paolo Bortolameolli en un movimiento de la sonata "Los adioses" de Beethoven como el compromiso interpretativo de Gonzalo Farías en el "Soneto 104 del Petrarca" de Liszt. Sin entrar en estas complejidades de repertorio, Patricio Valenzuela supo impactar con un sentido "Sueño de amor" de Liszt.
En la parte inicial del concierto hubo una pianista, dos cellistas y un violinista. El más destacado de esta sección fue Gustavo Vergara, quien encaró el célebre "Liebeslied" de Kreisler con seguridad, hermosos fraseos y un sonido dulce y envolvente de su violín. También debe señalarse la buena participación de Sebastián Escobar, interpretando dos piezas para cello de Schumann.
Acompañó a muchos de los solistas vocales e instrumentales el pianista profesional Jorge Hevia.
