El tenor que lleva a los jóvenes a la ópera
Catalogado como uno de los mejores intérpretes de Gioacchino Rossini, el cantante peruano sigue recibiendo elogios por
Una furtiva lagrima, su segundo disco.
Maureen Lennon Zaninovic
(30/12/2003)
Juan Diego Flórez (30) inició su carrera en Perú participando en diversos festivales de rock y de música criolla. En los inicios de los 90, él componía sus propios temas y soñaba en convertirse en una gran estrella del canto popular. Su ingreso al Conservatorio Nacional significó un cambio trascendental en su vida:
"Me gusta mucho el pop, incluso gané un festival hace ya varios años. Pero cuando entré a estudiar, poco a poco me fui decidiendo por la ópera. Los profesores me decían que, por mi voz, debía dedicarme a la música clásica", explica el tenor peruano desde San Francisco, Estados Unidos, donde reside.
Reconoce como su gran maestro vocal a Ernesto Palacio, quien, junto a Lugi Alva, es considerado uno de los grandes cantantes líricos del Perú: "Él me abrió los ojos, me llevó a perfeccionar mi voz y a cantar de determinada manera", señala.
Viril y virtuoso
Desde su debut en 1996, en el prestigioso Festival de Pesaro (dedicado a la obra de Gioacchino Rossini), Juan Diego Flórez ha recorrido los escenarios más importantes del mundo. El crítico Geoff Brown, del diario británico The Times, lo calificó como uno de las grandes intérpretes del bel canto de todos los tiempos, con una voz extremadamente viril y virtuosa.
El año pasado lanzó su primera producción discográfica, dedicada al compositor de "El barbero de Sevilla" (Rossini Arias) dirigido por Riccardo Chailly: "El es uno de los grandes directores de este siglo. Te impulsa a hacer cosas que tú ni te imaginas y eso para un cantante es fundamental, porque te obliga a dar el máximo de tus capacidades. Chailly es un gran rossiniano. De hecho, ha grabado varias versiones de la ópera "El turco en Italia", con eso basta y sobra", explica.
Flórez da las razones de su admiración hacia los compositores italianos y en especial por el bel canto: "Bellini, Rossini o Donizetti permiten un lucimiento vocal que no se encuentra en otros compositores".
Fiel a esa declaración de principios, el tenor lanzó su segunda producción discográfica
Una furtiva lagrima (ver recuadro). El álbum ha sido destacado con elogiosas críticas y hasta Pavarotti señaló recientemente en México que si se le preguntara por cuál de las nuevas figuras del canto lírico podría sucederlo, Flórez sería su opción.
La agenda del artista peruano está copada hasta el 2008 e incluye presentaciones en el Metropolitan Opera House de Nueva York (enero) con "El barbero de Sevilla" y "La italiana en Argel" (marzo), ambas de Rossini.
- Usted suele incorporar en sus recitales música de su tierra, y fundamentalmente de Chabuca Granda.
Ella nos hace querer Lima. Me encanta su refinamiento musical, la riqueza melódica y armónica de sus valses. Siempre trato de incluirla en mi repertorio, pero con mi voz de tenor lírico ligero, tratando de darles a sus composiciones un toque de mayor elegancia.
- El llegar a los jóvenes también ha sido una de las constantes de su carrera.
Para mí es fundamental y el hecho de que yo aún sea joven ha ayudado también. En los libros de visitas de algunas de mis páginas web he podido comprobar el interés que estoy despertando en la juventud y eso me llena de alegría. Hay chicos que me han escrito que nunca habían escuchado ópera, que pensaban que era para viejos, hasta que me vieron cantar en un recital. Eso es muy animante para los que estamos en el mundo de la música clásica.
- Usted juega fútbol y mantiene un buen estado físico, ¿la apariencia ha pasado a ser un factor fundamental para los cantantes líricos de hoy?
Lo que pasa es que el público ahora pide personajes creíbles, bien cantados, pero también bien actuados y con un físico en consonancia con el rol. Si no interpretas adecuadamente "El barbero de Sevilla", se cae y pierde todo su interés. La ópera bufa permite también una actuación más real, no tan estática y eso me gusta mucho.
