BEIJING.- Los seguidores de Harry Potter también son numerosos en China, donde han hecho largas horas de cola este fin de semana para convertirse en los primeros compradores del sexto libro protagonizado por el mago adolescente Harry Potter, informó hoy la prensa local.
Varios centenares de personas, en su mayoría adolescentes y universitarios, se concentraron en las tiendas una o dos horas antes de que abrieran, para adquirir "Harry Potter y el Príncipe Mestizo", último título de la popular serie de J.K.Rowling.
En Pekín y Shanghai, ciudades donde comenzó la venta de la edición en inglés, algunos lectores se levantaron de madrugada y viajaron desde localidades lejanas para ser de los primeros en estar en las librerías a las siete de la mañana del sábado, hora en que comenzó la venta del libro en todo el mundo.
Las colas fueron especialmente largas en las principales tiendas de libros de Pekín (la librería Xinhua y la Librería de Lenguas Extranjeras de Wangfujing), aunque muchos lectores optarán por esperar a septiembre, mes en que se prevé la aparición de la edición en mandarín.
Yao Yiling, un adolescente que vive a una hora de autobús de Shanghai y que fue el primero en adquirir el libro en la tienda Book Mall de esa ciudad, confesó que se había levantado a las tres de la madrugada para tomar un autobús y estar en la puerta de la librería a las cinco, dos horas antes de la apertura.
Los libros de Harry Potter, un fenómeno literario sin precedentes que ha disparado las cifras de lectura entre jóvenes y adolescentes, han sido traducidos a más de 50 idiomas, registrando unas ventas de más de 250 millones de ejemplares en todo el mundo.
En octubre de 2000, cuando los libros de "Ha-li Bo-te" (su nombre en mandarín) llegaron por primer vez al país asiático, el fenómeno fue calificado por los críticos como "el mayor lanzamiento editorial en China desde la publicación de ’El Libro Rojo’ de Mao".
Al principio se temió que los libros y películas de Harry Potter no tuvieran tanto éxito como en Occidente, ya que la cultura china está menos familiarizada con las historias de magos y brujas de la tradición europea, pero las ventas demostraron que en China el joven mago también tiene su público.