FLORENCIA.- Tres estudiosos italianos afirman haber descubierto en Florencia, centro de Italia, frescos pintados por Leonardo Da Vinci en las paredes de un convento adyacente a la Iglesia de la Santísima Anunciación que demostrarían que el creador de "La Gioconda" realizó allí experimentos prohibidos por la Iglesia Católica.
En este ámbito, Leonardo habría vivido en forma clandestina y realizado estudios anatómicos sobre cadáveres, precisamente aquello a lo que se oponía la jerarquía eclesiástica.
En particular uno, que ha desaparecido, y cuya silueta en la pared es idéntica a la del Arcángel Gabriel en la Anunciación que, en la actualidad, se halla en el Museo de los Oficios de Florencia.
Maria Carchio, Alessandro Del Meglio y Roberto Manescalchi son los tres estudiosos del Instituto Geográfico Militar, que confina con la iglesia de la Santísima Anunciación con la que incluso se comunicaba a través de pasadizos secretos recientemente descubiertos.
Movidos por la curiosidad, los tres han revisado los sótanos del edificio y han encontrado una puerta que da a lo que es hoy un depósito de trastos viejos del Convento de los Siervos de María, que servía hace cinco siglos como cuarto de huéspedes para los monjes.
En ese lugar, oculto detrás de materiales de descarte, los estudiosos descubrieron unos frescos de casi segura matriz leonardesca (con la figura del arcángel anunciador) que serían de principios del siglo XVI cuando Leonardo pasó una temporada invitado por los monjes de la contigua Iglesia de la Santísima Anunciación.
La razón de esta estadía se debería a que, en la iglesia, se encuentra aún hoy una copiosa biblioteca de más de 40 mil volúmenes que servía para los estudios misteriosos que realizaba Leonardo entonces.
Se sabe que los monjes del convento habían contratado a Filippino Lippi para los frescos de sus aposentos para huéspedes, pero éste nunca cumplió su palabra por lo que es posible que algún alumno de Leonardo lo hubiese reemplazado.
Las hipótesis de los tres estudiosos del Instituto Geográfico Militar no convencen demasiado a los expertos, que dudan de la existencia de pinturas leonardescas desconocidas.
Por otra parte, si bien reconocen que, en 1501, Leonardo estaba hospedado en esa iglesia, recuerdan que ninguno de sus principales alumnos estaba con él sino que vivían en Milán ocupándose del taller en espera de que el artista terminara sus compromisos en Florencia, entre ellos la propia "Gioconda".