Giuliana Sotela rompió su silencio porque dice que no soporta la mentira. |
COSTA RICA.- La verdadera teleserie en que se ha visto envuelta la crisis matrimonial de Marcelo Ríos y Kenita Larraín sumó hoy un nuevo capítulo, cuando la ex esposa del tenista, Giuliana Sotela, afirmó en entrevista con "La Segunda" que lo que realmente ocurrió fue que la modelo "sufrió una pataleta de una señora de 30 años".
"Yo no le vi ni siquiera un raspón", dijo Giuliana, actualmente divorciada de Ríos, respecto del estado en que quedó la modelo tras el accidente que protagonizó en Costa Rica y el cual motivó que llegara en silla de ruedas a Santiago.
Las declaraciones de Giuliana contrastan abiertamente con los moretones que exhibió Kenita y también con los días que pasó en la Clínica Las Condes para, supuestamente, reponerse de las secuelas del accidente.
Hasta ahora la única versión que contrastaba con la que han entregado los cercanos de la modelo es la del propio Marcelo Ríos, quien el viernes se manifestó furioso por la actitud que tomó la modelo y declaró que con esto su matrimonio se había terminado.
Según relata Giuliana, lo que realmente sucedió la tarde del martes de la semana pasada fue que Marcelo Ríos tocó el timbre de su casa y ella bajó con Constanza.
"Cuando bajé, el carro estaba como en un zanjo. Marcelo estaba consolando a su esposa, súper bien. Ella estaba parada. Cuando vio a Constanza, él vino a recogerla. Ella comenzó a tratar de sacar el carro, como si nada. No pudo, porque estaba como dentro de una zanjita pequeñita, quedó trabado", recuerda la ex esposa de Ríos.
Y agrega que a ella le parece muy raro que se haga tal escándalo por algo de lo que, en realidad, todo el mundo salió caminando. "Fue un accidente, no fue nada trágico. Yo no le vi ni siquiera un raspón a ella. Si hubiera visto un raspón, yo le digo uy, pasá a mi casa’ y yo le pongo alcohol o algo. Pero no, yo la vi muy bien", sostiene Giuliana.
"En ningún momento se quejó"
El relato sigue: "Se montaron en mi carro y yo los traje al hotel. El (otro) carro se quedó allí. Yo a ellos los traje para acá y bien. O sea, con ella hablamos y en ningún momento se quejó. Si yo hubiera oído "au", yo digo: ¿estás bien? Pero no, la vi muy bien. No vi ni siquiera un problema con ellos. A él lo vi muy cariñoso cuando yo bajé; la estaba abrazando, la estaba consolando. En ningún momento lo vi que la dejó, ni mucho menos".
Giuliana cuenta que les preguntó qué había sucedido, y que ella misma se estaba riendo, porque no vio ningún problema mayor, sino que lo que vio fue que el auto se había caído "en un minizanjito".
"Vi cuando ya el carro estaba en el zanjito. Cuando yo bajé, ella estaba parada, hablando con Marcelo y Marcelo consolándola, muy buena gente y cero problemas. Cuando él ya se acercó a recoger a Constanza, ella se metió a tratar de sacar el carro", recuerda Giuliana.
La costarricense, dice "La Segunda", relató que luego de dejar a su hija, al tenista y a Kenita en el hotel, ella retornó a su residencia y ni siquiera se percató de si el carro accidentado había sido recogido por la agencia de alquiler. "Era tan poco relevante que ni siquiera me fijé", explicó.
Por la noche de ese martes, Ríos llegó con Constanza. "Marcelo me la fue a dejar, en otro carro", relató.
Al preguntársele si en ese momento, el tenista le informó sobre el lío con su esposa, quien esa misma tarde se fue al principal aeropuerto costarricense para viajar a Miami y al día siguiente a Chile, Sotela respondió que "no. No me comentaron nada".
"Después me llegué a enterar. Para mí fue rarísimo ver que tal caos estaba pasando, porque no fue para tanto, ni el accidente entre comillas. No sé qué habrá pasado entre ellos. Tampoco me toca a mí meterme en lo que pasó con ellos. La verdad es que como pareja, si se reconcilian se reconcilian, y si no, no. Por eso no me quería meter, pero detesto las injusticias y no soporto las mentiras", enfatizó.
"Una persona sin hijos no tiene cómo entender que siempre ellos van a ser prioridad", afirma.
La costarricense Giuliana Sotela, quien se casó con Ríos en diciembre del 2000, a los 17 años de edad, lamentó que Constanza sea perjudicada por el escándalo.
"Yo entiendo que una persona que no tiene hijos no tiene cómo entender que siempre va a ser la prioridad de uno. Le guste a quien le guste, los hijos son la prioridad. Eventualmente, si yo estoy con alguien, espero que entienda eso y que por favor no me arme un escándalo por respeto a mi hija", agregó.