Bacharach (izquierda) en imagen de archivo junto a Elvis Costello, quien colabora en su nuevo disco. |
LONDRES.- A sus setenta y siete años, el veterano cantante melódico estadounidense Burt Bacharach, autor de tantas canciones románticas, opina de política y no duda en atacar a George W. Bush como "el peor presidente" que ha tenido su país.
"Si alguna vez hubiera presentado disculpas, o si hubiese mostrado al menos algo de humanidad", critica Bacharach en declaraciones al diario británico "The Independent" con motivo de la aparición, el próximo mes, de un nuevo disco, titulado
At this time (En este momento).
El álbum, con contribuciones de Elvis Costello y de la leyenda del hip-hop Dr. Dre, es una especie de lamento del giro que están tomando los acontecimientos en el mundo.
Un disco arriesgado
Una de las canciones es la titulada "Who are these people" (¿Quiénes son estas personas?), que habla "de este estúpido embrollo en que estamos metidos" y predice que "estos mentirosos heredarán el planeta".
"Siempre me han fastidiado las personas incapaces de decir la verdad o de admitir que se equivocaron. ¿No sería estupendo que Bush dijese un día: 'Cometí un error, calculé mal…'", se pregunta el autor de la inolvidable "I’ll never fall in love again" (Nunca volveré a enamorarme).
Nacido en Kansas City (Misuri, EE.UU.) en 1928, Bacharach tiene cuatro hijos, la mayor, de 39 años, fruto de su relación con la actriz Angie Dickinson, un hijo de 19 años que tuvo con Carole Bayer, y otros dos, más jóvenes, de su cuarta esposa, Jane Hansen.
Nuevas preocupaciones
En una de las canciones de su nuevo álbum, la titulada "Where did it go?" (¿A dónde fue todo?), pueden escucharse cómo solloza al preguntarse por el mundo que deja a sus hijos.
"Grabé la canción en directo, con la orquesta, y estaba muy emocionado. Rompí a llorar", dice el músico, que expresa su temor por cómo va el mundo.
"No está mejorando, ni mucho menos. No quiero que mi hijo de diecinueve años vaya al Ejército", afirma.
Bacharach admite en la entrevista que no fue precisamente un animal político en su juventud.
"Durante la guerra del Vietnam, seguí escribiendo canciones. No me involucré en las protestas, en las marchas. Y cuando la crisis de los misiles (soviéticos) en Cuba, en 1963, acababa de terminar la canción "Anyone who had a heart" (Cualquiera que tuviera corazón)", explica.
Todo ello ha cambiado ahora. La inspiración para su nuevo álbum le vino del director para el Reino Unido de la firma discográfica SonyBMG, Rob Stringer, que le pidió un álbum distinto de lo que espera la gente y le animó a arriesgarse, consejo que ha seguido al pie de la letra.