James Cameron exploró el mítico transatlántico usando la mejor tecnología submarina disponible hoy. |
SANTIAGO.- Han transcurrido 20 años desde que la ubicación exacta del "Titanic" dejó de ser una incógnita. Sin embargo, el nombre de este majestuoso transatlántico sigue despertando imágenes de tragedia, riqueza y misterio. Y durante este lapso, han sido múltiples las expediciones que han descendido hasta los 3.795 metros de profundidad, en medio del frío y la oscuridad, para captar imágenes y recobrar algún objeto.
Ahora es el turno del director James Cameron —responsable de cintas tan exitosas como "Terminator", "Aliens" y la propia "Titanic"—, quien decidió emprender, tal vez, la mayor de sus aventuras: explorar al mítico transatlántico usando la mejor tecnología submarina disponible hoy. El resultado es "Titanic: Los Últimos Misterios", el impresionante documental que Discovery Channel estrena este domingo 9 de octubre a las 21:00.
Durante las numerosas horas de filmación, Cameron y su equipo consiguieron captar extraordinarias imágenes del interior del barco, incluyendo algunas zonas que nunca antes se habían visto desde el viaje inaugural, en 1912.
Esta expedición, el proyecto más ambicioso de Cameron, intentó descubrir los misterios del "Titanic" utilizando vehículos dirigidos a control remoto —diseñados especialmente por él y su equipo— para explorar los Baños Turcos, uno de los espacios más opulentos y mejor conservados del interior del barco; Scotland Road, donde se ubican los aposentos de la tripulación; los camarotes de Primera Clase, todavía repletos de objetos personales de los pasajeros más acaudalados del "Titanic"; y los compartimentos de carga que aún albergaban el equipaje.
"Titanic: Los Últimos Misterios" combina recreaciones de época —grabadas utilizando los decorados originales del largometraje "Titanic"—, imágenes de archivo y el material captado durante dos expediciones al "Titanic", con los comentarios de James Cameron en su barco de investigación (el "Keldysh") y a bordo de los sumergibles MIR.
Carrera contra el tiempo
El "Titanic", el más grande transatlántico de su época y orgullo de la compañía White Star, se hundió el 14 de abril de 1912 tras chocar con un témpano, durante su viaje inaugural desde Southampton (Gran Bretaña) a Nueva York (EE.UU.)
Aunque el buque tardó dos horas y cuarenta minutos en hundirse y muchos botes salvavidas fueron lanzados al mar casi vacíos, más de 1.500 pasajeros —de un total de 2.201— murieron en el naufragio.
Considerada una de las mayores tragedias del siglo XX, el hundimiento del "Titanic" inspiró durante décadas un sinnúmero de películas, obras de teatro y novelas que se enfocaban, por ejemplo, en las circunstancias del hundimiento e incluso soñaban con la idea de reflotarlo.
Sin embargo, la realidad se impuso a la ficción cuando el 1 de septiembre de 1985, una expedición franco-estadounidense liderada por Jean-Louis Michel y el profesor Robert Ballard, anunciaron al mundo que 73 años después de su hundimiento, finalmente el "Titanic" había sido localizado.
Las sorpresas no fueron pocas. El buque se encontraba a 3.795 metros de profundidad, en las coordenadas 41 grados, 43’ 55" N 40 grados 56’ 45" W, a 22 kilómetros de donde originalmente se pensaba.
Además, el buque no se encontraba entero, sino partido en dos, con la sección de popa a 600 metros de distancia del resto del buque, y además en dirección opuesta. Por su parte, la sección de proa se encontraba en muy mal estado, enterrada unos 18 metros en el fondo marino.
Sin embargo, lo que más impresiona hasta hoy es cómo el mar ha ido deteriorando a este gigante de los mares. Si bien la oscuridad absoluta y las bajísimas temperaturas ayudaron a preservar el naufragio durante décadas, la corrosión —que ha formado verdaderas estalactitas de óxido— junto a pequeñas formas de vida marina, están destruyendo el buque.
Además, también hay que considerar a los turistas. Desde que Ballard descubrió la ubicación del "Titanic", varias compañías que cuentan con submarinos capaces de llegar a esa profundidad, han ofrecido verdaderos "tours" al "Titanic". En la mayoría de los casos, a un costo que bordea los US$ 36.000.
La cubierta del transatlántico ha sido dañada en varias secciones, producto de sumergibles que se han posado sobre ella. Y en estos veinte años, cerca de 6.000 piezas del buque han sido removidas como "recuerdos".
En ese sentido, la National Oceanic and Atmospheric Administration de Estados Unidos ha advertido que a este paso, los restos del "Titanic" van a colapsar en 50 años más. O incluso antes.
Por eso, la expedición de James Cameron puede que sea unas de las últimas en alcanzar a documentar este histórico naugrafio. Al menos antes de que el "Titanic" realmente se convierta sólo en una leyenda.
DÓNDE Y CUÁNDO: Por Discovery Channel, este domingo 9 de octubre a las 21:00.