BUENOS AIRES.- Diego Maradona cerró su ciclo de programas televisivos con el ex boxeador Mike Tyson como invitado, quien alzó en sus brazos al ex futbolista y toqueteó a una chica que le entregó una camiseta argentina.
"Por ahora no voy a volver a boxear. Perdí el deseo. Estoy feliz y quiero vivir mi vida y hacer lo que quiero", dijo Tyson un poco nervioso y secándose con su pesada mano izquierda la transpiración de su frente durante el último programa del año de Maradona.
"Yo hago lo que quiero con mi vida. Si tengo ganas de hacer el amor aquí ahora lo hago", agregó el hombre que al igual que Maradona pagó caro el precio de la fama.
Tyson, de 39 años, a los 12, gracias a una pegada temible, salió de un reformatorio y rápidamente escaló a la fama del boxeo.
El mundo se rindió a sus pies y a sus puños, lo endiosaron, cayó en las drogas, enfrentó juicios por pegarle a sus parejas y perdió mucho del dinero que ganó con sus peleas.
"Estuve en tu barrio (Villa Fiorito) y somos iguales porque es muy parecido al de donde vine yo (Brooklyn)", dijo Tyson, quien en realidad visitó una villa de emergencia del barrio portuario de La Boca.
El gesto de admiración de Maradona hacia su invitado de lujo, los gritos de las 5.000 personas que asistieron a la última velada de "La Noche del 10" en el mítico estadio Luna Park, por momentos llevaron a la emoción a Tyson, quien agradeció una y otra vez los halagos tomando fuerte de las manos al conductor.
En una de esos cruces de manos Tyson vio los dos relojes blancos que lleva Maradona en sus muñecas.
"Eh.. tienes dos relojes, dame uno", dijo Tyson antes que Maradona le explicara que "son las horas (de nacimiento) de mis hijas".
Tyson dijo tener seis hijos "dos muchachos y cuatro muchachas".
Un pequeño silencio se hizo cuando Maradona, en el mismo escenario de las grandes noches de los desaparecidos campeones mundiales Nicolino Locche, Carlos Monzón y otras grandes figuras internacionales, le preguntó a Tyson cómo estaba después de la muerte de su apoderado Cus D’Amato.
"Perdí el corazón. Después de la muerte de Cus combatí por dinero y por mujeres y en ese momento tuve ganas de dejar el boxeo", dijo Tyson.
Dijo además que no creía que pueda enseñar a boxear porque "hay que ser una persona especial para entrenar a otro. No estoy preparado para eso".
Juegos con la cabeza y las manos
Después de la entrevista en la que a Tyson no se le preguntó qué había hecho con los 300 millones de dólares que ganó en su carrera, o por sus grandes rivales como Evander Holyfield, a quien le mordió una oreja, Maradona le regaló una camiseta argentina al ex campeón mundial.
Los ojos de Tyson se iluminaron al ver llegar sonriente a la bailarina que fue a entregarle el presente.
Las manos del ex púgil que supieron noquear a grandes pugilistas, se posaron sobre la cintura y recorrieron la espalda y parte de la nalga izquierda de la chica mientras Maradona firmaba la camiseta.
"Es amiga mía", le dijo Maradona mientras Tyson parecía dispuesto a más. Rápidamente el ex pugilista sacó rápido su mano y dijo "no sabía, me olvidé que estaba en televisión" y fue a terminar de recibir la camiseta.
"No hay problema, podés agarrarla", le dijo Maradona, a quien Tyson lo invitó a "salir juntos una noche de estas".
Luego las dos figuras internacionales jugaron con una pelota "cabeza a cabeza" y antes de retirarse tomado de la mano con Maradona, el famoso invitado alzó en brazos al anfitrión mientras el público le dio su reconocimiento despidiéndole al grito de "olé, ole, olé... Tyson.. Tyson".