VIENA.- La catedral de San Esteban, en el centro de Viena, dedica hoy una jornada al genio musical Wolfgang Amadeus Mozart, con motivo de conmemorarse su fallecimiento, ocurrido el 5 de diciembre de 1791.
Además de un oficio religioso, se descubrió una placa conmemorativa que recuerda que la catedral fue escenario de la boda del músico, el 4 de agosto de 1782, y del bautizo de sus hijos Johannes y Franz.
El párroco de la catedral, Toni Faber, quien definió a Mozart como "el feligrés más conocido de San Esteban", bendijo la capilla de la Cruz en la parte norte de la catedral, que acaba de ser restaurada.
Fue allí donde, el 6 de diciembre de 1791 y tras el réquiem en la catedral, se instaló la capilla ardiente con el cadáver de Mozart, antes de llevarlo al cementerio vienés de Sankt Marx, donde fue enterrado en una fosa común.
En esa capilla hay ya una placa conmemorativa, que data de 1931, dedicada "al inmortal Mozart" por la Asociación de Amigos de Schubert.
Finalmente, se presentó un nuevo libro sobre el célebre compositor, cuyo 250° aniversario de su nacimiento el próximo año se festejará por todo lo alto y con múltiples actos en toda Austria.
