Juan Anotnio Muñoz H.
La sala repleta y el público viñamarino enfervorizado. Una ovación cerrada para Cristina Gallardo-Domâs en su recital “Amor y muerte en Puccini / pequeño homenaje al maestro en su 150 aniversario’’ con el que fue inaugurado el jueves 2 el auditorio de la Universidad Andrés Bello que lleva el nombre de la artista.
La cantante hizo un recorrido por la obra de Giacomo Puccini (1858-1924), desde la inicial “Le villi’’ (1884) hasta “Turandot’’ (1924). Comenzó con “Se come voi piccina’’, de Anna, con Cristina impregnando de ternura y ruego las palabras “Non ti scordar di me’’, como si creyera de verdad que es posible olvidarla.
Luego, “In quelle trine morbide’’, con Manon Lescaut en tránsito del hielo a la voluptuosidad en tres líneas musicales; Mimí, enferma y abandonada, en su conmovedor “Donde lieta usci’’; “Vissi d’arte’’, con Gallardo-Domâs convertida ella misma en Floria Tosca, imperativa en sus preguntas al Altísimo para entender el por qué de su tragedia, y “Tu che di giel sei cinta’’, con esa muerte de Liú que no hace sino confirmar que, en las obras de Puccini, quien ama está condenado a muerte.
Un recital temático como pocas veces se da en Chile, de notable concisión, que demostró otra vez la capacidad musical y dramática de la soprano chilena, capaz de transfigurar su canto de un instante a otro, transmitiendo lo medular de la intención expresiva del compositor, arriesgando el sonido y el verbo para extraer nuevos significados. Junto a ella, el pianista Nauzet Mederos parecía respirar y cantar con ella, siguiéndola milimétricamente, generando la atmósfera necesaria y aportando matices que muchas veces resultan inadvertidos.
Ni la excesiva sequedad de la sala, que necesita un mejor retorno para conciertos, ni un piano con algunas durezas, lograron revertir el impacto de los espectadores. Tras el éxito, como encore, “Sola, perduta, abbandonata’’, estremecedor retrato terminal de Manon, con árida pulsión de la muerte en la boca. ¿La voz? Plena de armónicos, aterciopelada, dúctil y especialmente sólida en el forte.