Los temores de Cate Blanchett en su regreso al cine

LOS ANGELES.- La actriz Cate Blanchett bien podría ser considerada miembro de la realeza de Hollywood, sin embargo por estos días admitió que estaba muy nerviosa de regresar a ocupar el trono británico en su último papel para la gran pantalla.

Casi 10 años después de que interpretara a la reina Isabel I, y que ese personaje resultara un verdadero trampolín a la fama internacional, la australiana de 38 años retomó su papel de monarca británica en "Elizabeth: The Golden Age", una película contada con imágenes que parecen un óleo de la época y que se estrena en Norteamérica el 12 de octubre.

Este personaje es la última parada en una carrera donde Blanchett se ha impuesto como una de las actrices más versátiles de su generación, capaz de figurar en sus próximos estrenos como un joven Bob Dylan, en una biografía llevada al cine, pero también como toda una aventurera para la mega producción de Indiana Jones.

El personaje de "Elizabeth", dirigido por el indio Shekhar Kapur, le abrió la puerta al estrellato a Blanchett y le valió en 1999 la primera de sus cuatro nominaciones al Oscar.
Pero aunque guarde el mejor de los recuerdos de aquel primer gran filme en su carrera, Blanchett confesó que estaba nerviosa por volver a trabajar con Kapur y su compatriota Geoffrey Rush.

"No estaba muy entusiasmada y estaba nerviosa de volver a un personaje que me había permitido traspasar una puerta hacia una carrera cinematográfica internacional", dijo a la prensa Blanchett en un hotel en Beverly Hills.

"Uno no quiere sentir de que va hacia atrás. Pero una vez que me di cuenta de que podría progresar e ir hacia adelante interpretando este papel pude hacerlo", apuntó la actriz delgada y elegante.

Mientras que la primera película se enfocaba en el ascenso al trono de la reina Isabel, en "The Golden Age" (La edad de oro) se describe a una joven soberana en conflicto con el católico Felipe II de España por el poder, e internamente conflictuada por un triángulo amoroso con el explorador británico Sir Walter Raleigh.

"Es una mujer que transmite una luz especial, una energía increíble y es una actriz de primera línea", elogió el actor español Jordi Mollà en una entrevista con la AFP la semana pasada, cuando habló de su papel como Felipe II en esta misma cinta.

Pero al contrario de Mollà, quien no quiso leer nada de la historia del rey Felipe para construir su personaje, Blanchett reveló que la trama de esta cinta la persuadió a repasar lecturas sobre su papel.

"Encontré esa noción sobre el triángulo amoroso, la estructura de la narrativa era bastante distinta", indicó la actriz acerca del nuevo guión.

Blanchett enfatizó que esta cinta, que consideró como un filme romántico, es muy diferente a la anterior, con lo cual nunca se sintió pisando un terreno conocido.

Pero aunque los largometrajes son distintos, siguen teniendo un punto en común: ambas se toman varias libertades respecto a la historia oficial de la Reina, entre ellas que no existen pruebas sobre la supuesta relación amorosa entre Isabel I y Raleigh.

Ante esto, Blanchett se defiende sin tapujos y alzando la bandera de las licencias artísticas: "Al final cuando uno solo tiene un par de horas para contar un periodo de la historia increíblemente denso, en el proceso de selección estás automáticamente dando una visión telescópica de los hechos", arguyó.

"Esto nunca va a parecerse a la lectura de las cartas y los documentos judiciales, o la lectura de una biografía de Elizabeth. No es la misma experiencia, y ver una película no debería serlo", dijo. "A uno le cuentan un cuento, un cuento a través de los ojos del director".

Según Blanchett, "como todas las historias buenas, uno es capaz de conectar con el inconsciente de un colectivo, con eso que todos estamos pensando, sobre lo que significa ser mujer hoy y lo que significaba ser mujer en ese entonces", por ejemplo, opinó la mujer que como actriz volverá a sumar este año más elogios entre los colegas del cine de todo el mundo.