La música internacional tiene un nuevo compositor: El presidente de Indonesia

YAKARTA.- El presidente indonesio, Susilo Bambang Yudhoyono, cuya afición a cantar en vivo le ganó muchos votos en las elecciones de 2004 —Abdalá Bucaram no era el único—, ha materializado ahora esa vocación en forma de un disco con composiciones propias en torno al amor, la paz y la amistad.

El álbum, titulado Mi anhelo por ti (Rinduku Padamu), contiene diez baladas interpretadas por algunos de los más conocidos cantantes indonesios, informó hoy el diario The Jakarta Post.

Según explicó el propio jefe de Estado, ha escrito todas las canciones desde que gobierna y cada una le exigió una dedicación de entre una y dos horas y media.

Muchos de los temas nacieron durante sus viajes oficiales, como por ejemplo la canción "Vivir bajo bendición divina", compuesta el pasado mes de septiembre durante su viaje a Australia para participar en la Cumbre del APEC (Foro de Cooperación Económica del Asia-Pacífico).

"Saqué tiempo de mi apretado horario para expresar mis sentimientos como un ser humano normal", dijo Yudhoyono el pasado fin de semana, cuando presentó su obra en un acto al que asistieron altos cargos del Gobierno y la administración, además de cantantes y compositores indonesios.

Según explicó el presidente, "la música y la cultura pueden desarrollarse para convertirse en un poder blando que se utilice en una comunicación persuasiva para solucionar problemas, lo que haría innecesario utilizar el poder duro".

Yudhoyono añadió que muchos problemas humanitarios podrían resolverse si se hiciese más uso de este tipo de "poder blando".

Los temas principales de este primer álbum presidencial son el amor, la amistad y la paz, con títulos como "Mi amor", "Quietud", "Amigo" o "El sol brillante", si bien varias de las canciones también hablan del sentimiento religioso, como el tema "El poder de Dios".

El "karaoke" es una de las actividades de ocio más disfrutadas en la región, y en las cenas y acontecimientos oficiales en los que hay música en vivo no es sorprendente que ministros y diputados sean invitados a subirse al estrado para entonar sus canciones favoritas, algo que muchos hacen sin mayor rubor e independiente de su habilidad para cantar.