EMOLTV

Reentierro de momias precolombinas podría quedar normado

Tras ceremonia fúnebre realizada en 2007 en Arica, con restos repatriados desde EE.UU., el Consejo de Monumentos analiza hoy qué tipo de casos ameritarán igual tratamiento.

17 de Marzo de 2009 | 15:19 | Sebastián Cerda, El Mercurio Online
imagen

Este martes se planteó la necesidad de discutir un esquema de trabajo que permita compatibilizar los intereses de la comunidad con los científicos.

Sebastián Padilla

ARICA.- El 4 de noviembre de 2007, una inédita ceremonia tuvo lugar en el Cerro Sagrado del Valle de Azapa, en Arica: Ese día, restos momificados de tres indígenas precolombinos fueron enterrados con todos los rituales de las culturas aymara y atacameña, cerca de 800 años después de que se produjera la muerte de los individuos.

La iniciativa se enmarcó en el acuerdo al que había llegado el gobierno con el Museo Nacional del Indígena Americano en Estados Unidos, para repatriar los restos que un coleccionista les había donado en los '80. Dicho acuerdo se amparó, a su vez, en las nuevas políticas que se han desarrollado en distintos países respecto de las momias, y que se abren a la posibilidad de que sus descendientes las reentierren o que, al menos, no sean exhibidas.

Hasta ahora, esa ceremonia fúnebre es claramente una excepción, pero pronto podría transformarse en recurrente, de acuerdo con la discusión desarrollada hoy en la reunión de trabajo que el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) sostuvo en Arica, junto a comisiones técnicas.

Según el secretario ejecutivo del organismo, Óscar Acuña, el reentierro en Chiu-Chiu abrió la discusión al respecto, y "un tema que quedó pendiente de desarrollar es qué política podíamos tomar al respecto. A partir de eso surge el interés de empezar a discutir un esquema de trabajo más general que permita determinar en qué momento corresponde enterrar los restos; cómo compatibilizar los intereses de la comunidad, que a veces quiere el reentierro, con los intereses científicos, de investigación, de estudio, para extraer la información que se requiere".

Por esto, se espera que a futuro se llegue a un cuerpo normativo sin carácter legal que entregue lineamientos sobre cómo proceder, tras un análisis caso a caso. "Ya hay un documento preliminar, preparado por la comisión de Arqueología del CMN, que determina un esquema de trabajo abierto a ambas opciones, en que el análisis sea casuístico: Abre la posibilidad del reentierro, pero con un análisis arqueológico, antropológico y de conservación previo", explica Acuña.

Sin embargo, otro factor es el genuino interés que manifiesten las comunidades para reenterrar a sus antepasados. "Su participación debe garantizarnos que existe el interés de reenterrar los restos y, por otra parte, cuidar esos entierros, para no verlos expuestos al guaqueo posterior y para que las medidas de conservación permitan mantenerlos en condiciones razonables", afirma.

Al respecto, el mismo entierro en Chiu-Chiu es ejemplo de ello: Hasta ahora, no hay una señal que permita indentificar claramente la zona ni que recuerde la ceremonia realizada, lo que ha sido reclamado por algunos agentes de la comunidad. Ello no sólo por la perdurabilidad del rito, sino también por el riesgo que encierra la usual presencia de contrabandistas en el sector.

EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?