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Una tarde en el bunker

El reformado grupo chileno recrea este sábado su disco más connotado: En el bunker y su crónica de la dictadura. Y a veinte años de su edición en 1989 no tiene nada que ver con nostalgia. "Éste es un país adolescente que todavía no se logra parar sobre sus dos pies. Estamos en una elección con cuatro candidatos y de nuevo enfrentados a elegir el mal menor", dicen, por ejemplo.

03 de Diciembre de 2009 | 20:49 |

Ha sido reconocido como un pionero disco doble en el rock en Chile. Apareció en el último año de los '80 pero debe estar en todo recuento de la música determinante de esa década en nuestro país. Contiene composiciones de nombres como "La historia no me convence, sólo me atraganta", "Gran Restrictor, ten piedad (de nosotros)", "Que o la tumba serás", "Honor, decencia, dignidad, moral y patria" o "Adolfo, Benito, Augusto y Toribio", y desde el título del disco completo es un retrato de Chile en la época.


Ese título es En el bunker. Y es el disco más connotado de Fulano, grupo que introdujo las mayores innovaciones en la música popular de los '80 en Chile. El sexteto se había iniciado en 1984 y éste es el segundo de sus cinco discos editados a la fecha, pero en los cien minutos de música de ese bunker Fulano logró un concentrado entre la energía del rock, el rigor de la disciplina musical y la carga de resistencia política de su tiempo, en los descuentos de la dictadura de Pinochet previos al cambio de gobierno.


Es el mismo disco que, a veinte años justos de su edición original, el grupo recreará en su próximo concierto, por primera vez en versión completa y en vivo.


De la catarsis a Chimbarongo


Será una rara ocasión de asistir a esta música. Ni Fulano había encarado antes en vivo la serie entera de composiciones de En el bunker, ni las las reediciones en CD posteriores a la versión inicial de 1989, publicado en formato de cassette doble, han recogido el repertorio original. Que a ratos puede sonar de verdad como un búnker inexpugnable, hasta para los propios autores.


-Ha sido un reto súper fuerte porque hay temas que inclusive Fulano había dejado de tocar durante muchos años -explica el baterista Raúl Aliaga, que se unió al grupo seis años después de grabado el disco-. He estado estudiando, y eso me ha significado volver a ser joven. La exigencia de Fulano no es menor, pero es apasionante. No es la comodidad la que está en juego sino la exigencia del virtuosismo y la musicalidad.


En efecto, en 1989 Aliaga no era todavía un protagonista en Fulano. En el bunker fue grabado por la formación que inició el grupo en 1984 y que ya se había anunciado con el disco debut, Fulano, en 1987: Arlette Jequier (voz y clarinete), Cristián Crisosto y Jaime Chino Vásquez (saxos y flautas), Jaime Vivanco (piano y teclados), Jorge Campos (bajo y guitarra) y Guillermo Willy Valenzuela (batería). Hoy Aliaga está en la batería y el joven músico Felipe Muñoz en el piano y los teclados.


-Es bien loco porque yo tengo una tendencia a no recordar mucho, pero cuando me encuentro con el repertorio de este disco siento que hay un contacto fuerte con ese momento en Chile -dice Arlette Jequier-. La tendencia de nosotros los chilenos es a no querer recordar, no querer ver y siempre irnos por la tangente, y ésta es una buena oportunidad de visualizar a través del arte y las emociones cómo se vivió en su momento esa realidad muy aplastante y fuerte.


La canción más recordada de ese disco es el enérgico compilado de dictadores universales que el grupo repasa en "Adolfo, Benito, Augusto y Toribio", pero también es cierto que En el bunker contiene un blues como "Sentimental blues" y todos los episodios entre el swing y lo contemporáneo que caben en una composición llamada exactamente "Nena, no te vayas a Chimbarongo, no te vayas hoy, ándate mañana", muestra fiel de otra de las vetas del repertorio de Fulano.


-Es mucho tiempo de música y es un disco que pasa por muchos lados -comenta la cantante-. Cuando volví a escuchar "Gran restrictor" quedé para adentro, como con un mazazo en la guata, pero logré sentir un poco la angustia o la desesperanza de ese Estado asfixiante, de la dominación de las ideas por sobre las personas. Es un disco que muestra muy gráficamente y a nivel musical esa desesperanza o esa asfixia de la época, donde Pinochet era un personaje autoritario y una lacra, y donde también se mezclan muchas emociones, la ironía, la burla, la agresividad, la furia.


-¿Y también juega un rol la complejidad musical?
-Y más cuando hay temas que no habíamos tocado desde entonces, y de los que a veces no había ni partituras. Felipe (Muñoz, el nuevo pianista) ha tenido que "orejear" (aprender las canciones por oído) y en general ha sido un proceso bien importante como reencuentro con nosotros. La técnica es un medio para llegar a la sensibilidad, al cómo quieres decir lo que vas a decir.


-¿Dirían que ese desarrollo no se dio tanto en el primer disco?
-En el Bunker tuvimos más capacidad de observar. Al principio Fulano era más catártico, más gritar y sacar cosas, y la misma estructura de los temas era muy collage. Las cosas estaban más intuitivas antes. En cambio en el Bunker hay más observación, y se juntaron más cosas. Como un dique.


-No estuve en esa época, pero les he expresado a todos que la excelencia composicional que se generó en ese disco es relevante -agrega Raúl Aliaga-. Es esa impronta que parece que parte de la juventud y los tiempos que se vivían. Yo le saco el sombrero a los compositores y al Willy Free (Willy Valenzuela, el baterista original). Yo ahora estoy pondiendo un poco mi concepto, pero lo original que lograron como grupo en ese disco es notable.
 
-¿Cómo es el ejercicio de tocarlo ahora?
-Es un disco que también habla de las cosas de hoy día, obvio -dice Arlette-: de los abusos, de lo gris que es la vida, de que la macroeconomía claramente no ha solucionado los problemas. Es un país adolescente, claramente, que todavía no se logra parar sobre sus dos pies. Estamos en una elección en la que tenemos a cuatro candidatos y de nuevo estamos enfrentados a elegir el mal menor. Ojalá pudiéramos extractar esa experiencia, porque no podemos hacer la vista gorda.


Ésta será además la última actuación de Fulano en 2009, el año en que el grupo se reformó tras un lustro de pausa, y durante el cual ha actuado desde julio en el Teatro Oriente con sus dos funciones de regreso, en el bar Ópera Catedral, en el Teatro Municipal de Valparaíso y los encuentros Empezó la Fiesta Bicentenario y Chile + Cultura.


-Ahora viene el proceso de hacer música nueva -explica la cantante-. Que es el reflejo de cómo estamos hoy día, cómo suena Fulano hoy, qué lenguaje tenemos, de qué estamos hablando. Porque a todos nos han pasado muchas cosas en este tiempo, y además como Felipe (Muñoz) ha estado muy al servicio de los temas como instrumentista, ahora va a participar como creador también. Y él tiene 25 años. La mitad de edad que nosotros.

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