Arguedas es considerado uno de los principales artífices de la integración peruana, de la lucha contra la discrminación, y del orgullo por las raíces.
El MercurioLIMA.- Perú celebra hoy el centenario del nacimiento de uno de sus más destacados escritores, el indigenista José María Arguedas, en cuyo homenaje se han preparado diversos homenajes, entre los que se incluyen exposiciones sobre su vida y trabajo, obras artísticas inspiradas en él y conciertos de música andina.
"Él nos abrió los ojos frente a la naturaleza diversa del Perú, frente a todos aquellos que estigmatizaban las tradiciones indígenas", dijo al diario "Perú 21" el ministro de Cultura, Juan Ossio.
"José María nos dio en pocas frases, en pocas ideas, una noción de lo que somos los peruanos y de lo que tenemos que hacer para avanzar", dijo en la radio RPP el antropólogo y amigo del escritor Luis Guillermo Lumbreras.
Lima y otras ciudades como Ayacucho, Puno y su natal Andahuaylas tienen programas especiales para conmemorar a Arguedas, que incluyen charlas magistrales, pasacalles, festivales y ciclos de cine, entre otros.
El Congreso también rendirá un homenaje al autor de "Los ríos profundos", en el que participará la alcaldesa de Lima, Susana Villarán, el presidente del Consejo de Ministros, José Antonio Chang, y Ossio.
Además, según el ministro de Cultura, la carretera que va de la costera ciudad de Nazca a la andina Apurímac se bautizará con su nombre, se creará un circuito turístico en su honor, se difundirá una estampilla con su imagen y se reeditarán sus trabajos antropológicos, los cuales no han sido tan difundidos como su literatura.
Por otro lado, el lunes, durante la serenata por el 476° aniversario de Lima, también se recordó al escritor al leer en público fragmentos de sus obras.
Arguedas destacó el papel del indígena en una sociedad que sentía desprecio por él. En sus diversas obras reflejó los dos mundos en los que vivió: El occidental, al ser hijo de un abogado de clase media, y el andino, que lo acogió aún sin ser un indígena.
Su emblemática obra "Todas las sangres" representa la pluralidad de una nación y la inclusión. Entre sus libros también destaca "El zorro de arriba y el zorro de abajo" y "Yawar Fiesta".
A sus 58 años, marcado por una vida en la que la depresión fue una constante, se quitó la vida en un segundo intento de suicidio. Según algunos investigadores, la causa de sus transtornos fueron los maltratos a los que estuvo sometido en su niñez y la crítica que recibió en su época por "Todas las sangres".
"Él no ha muerto, el intelectual sigue vivo. Hay mucha gente que lo lee todavía", afirmó Lumbreras.