Desde su rol como jurado, Carlos Baute se ha compenetrado como pocos con la dinámica festivalera.
Jorge SepúlvedaVIÑA DEL MAR.- "Yo seguía el Festival cuando vivía en Venezuela. En España se habla menos que en Latinoamérica, pero en Venezuela era la locura, era uno de los programas de mayor rating en música, y me recuerdo clarito del día en que le dieron la Gaviota al Puma. Salió en todas las noticias, fue una locura", recuerda Carlos Baute.
Ahora, es el venezolano el que está en Viña, un escenario que conocía bien desde la televisión, por referencias de amigos ("el año pasado vi a Franco de Vita online") e incluso como turista. "En el 2002 estuve de paseo y fui a la Quinta Vergara, a hacer fotos, a verla. Y dije: 'ojalá algún día suene mi música suene aquí'. Ahora supe que el tema 'Quién te quiere como yo' está número uno. Imagínate la alegría", cuenta.
-Y ahora que tu música efectivamente sonará aquí, ¿con qué esperas encontrarte?
-Espero que el Monstruo cante conmigo y que la pasemos bien. Yo pertenezco al mundo del entretenimiento, y lo más importante es entretener a la gente con lo que sé hacer, que es música. Pasarla bien, cantar canciones que ya ni me pertenecen, le pertenecen al público. No voy con nervios, lo que me gusta es salir, me entrego a todos los públicos.
-En los últimos años los jurados han tenido un tiempo de actuación de tres o máximo cuatro canciones. ¿Sabes cómo va a ser en tu caso?
-Supuestamente es igual para mí, aunque me han dicho que hay quienes se han quedado cantando más, porque el público lo ha pedido. A mí si me piden más canciones, tenemos un repertorio de dos horas. No le quiero faltar el respeto a la organización de Viña, pero si el público me pide más, yo estaré ahí. Trataremos de cerrar el ciclo, me pidieron cuatro canciones, que me parece poquitísimo, me siento mal de cantar cuatro temas. Una vez que estás montado en la tarima no te quieres bajar. Será lo que digan la organización y el público. Yo estoy encantado de ofrecerles lo que pidan.
-Hasta la misma alcaldesa de Viña del Mar había confirmado que vendrías con Marta Sánchez, ¿esa posibilidad existió realmente?
-Se habló, pero ella estaba viendo su calendario. Sé que la gente de Viña quería vernos juntos. Con Marta hemos cantado juntos y ha sido mágico, porque ver a dos artistas que han cantado un dueto es lo más original. Cuando ves sólo a uno falta un poquito. Pero ella está con su disco nuevo, era muy complicado. Ya tenía cosas en el calendario. Para mí, de corazón, dejo de hacer lo que tengo que hacer y me voy a Viña; yo, Carlos Baute, pero no puedo hablar por los demás. En esa semana de febrero no hay nada más importante como evento musical para los hispanoamericanos.
-Te adelanto que ir después de Chayanne nunca ha sido muy fácil. Él ya ha estado cinco veces en Viña y siempre deja al público pidiéndolo de vuelta. El artista que viene después lo sufre un poquito.
-No creo que pase nada. Yo a Chayanne lo admiro un montón, es más, siempre he dicho que me encantaría componerle un tema, ojalá lo pueda hacer algún día. Pero escogimos estar con él, porque yo creo que nos parecemos: Somos muy románticos, yo compongo mis canciones, Chayanne tiene muchos años. Pero no pasa nada. Si fuera después de Iron Maiden estaría preocupado.
-Sobre tu rol de jurado, en los 50 años del Festival los jueces daban a conocer un resultado final, que se asumía como veredicto colectivo. ¿Qué te parece el voto individual y público?
-No está nada mal. Está bien. Cuando eres jurado, si tú no quieres que una persona gane, yo le puedo dar un 1, aunque todos le hayan dado un 9. Las matemáticas no fallan, la media le baja. Y de repente al que yo quiero le pongo 9. Se pueden hacer esas jugadas, y yo creo que está mal. Está bien que se vea lo que opina cada quien y lo que votó cada quien. Están más claras las votaciones.
-¿No crees que esto pueda espantar a compositores de relevancia, inhibirlos de participar en futuras ediciones?
-No creo. Es más, yo voy a averiguar si puedo dejar mis canciones, es bonito estar en un festival. Y si no califica, no pasa nada. El público es sabio y cuando tú haces una canción tiene que ser una gran canción.