VIÑA DEL MAR.- La última vez que Alejandro Sanz estuvo en Chile fue todo un atrevimiento. En marzo de 2010, apenas habían pasado unos días tras el terremoto del 27 de febrero, y las suspensiones de conciertos estaban a la orden del día entre los artistas. Sin embargo, el español decidió venir, ofreció un concierto y vio con sus propios ojos las consecuencias de la catástrofe.
Casi un año más tarde Sanz está de vuelta, y el panorama con que se encuentra es otro. Tanto, que se muestra "sorprendido" y "orgulloso" con la forma en que el país se ha levantado. "Chile ha salido fortalecido y, como dicen, no hay mal que por bien no venga. Ver que la gente se ha solidarizado, a miles de kilómetros estaban todos pendientes con lo de los mineros, alucinando con la forma en que se resolvió".
Sabe de Chile el español, y sobre todo Sabe de Viña, escenario que pisará por tercera vez mañana, en la apertura de la noche final del 52º Festival, y el entorno con que se encuentra asegura que es otro en relación con el de 1994 y 2001.
"Lo noto muy cambiado, ha crecido el Festival, está muy moderno, lo he visto por televisión y me gusta lo que estoy viendo, tengo muchas expectativas", dijo en conferencia de prensa esta tarde.
Ésas fueron sólo algunas de las flores que le tiró al certamen, al que también se refirió como "el único realmente grande que queda", y pese a que "de la última vez no me acuerdo, porque me tomé dos o tres pisco sour y se me nubló la mente". Sin embargo, ha revisado cintas, y asegura que "estoy mucho mejor ahora".
Esa ocasión fue la segunda tras su accidentado paso de 1994, que el español no recuerda como una revancha. "Yo nunca cantaría por revancha, eso no funciona, yo sólo canto por amor. Vengo con todas las ganas del mundo a compartir con ustedes lo que hago y a que ustedes me compartan un poquito de su tierra, de sus constumbres".
Incluso cataloga esa primera presentación como "una de las mejores experiencias de mi vida en festivales", ya que aunque las fallas de sonido le provocaron "mucha rabia", el "momento magnífico con Miguel (Bosé) no habría pasado sin lo del día anterior", dice recordando la interpretación conjunta de "Nada particular".
Y si irá hoy a ver a Sting junto a Iván Zamorano, dice no saber ya que "Iván no me ha escrito todavía (...). No me habla desde el partido Chile-España en el Mundial, me dio mucha lata con eso".
Para mañana, Alejandro Sanz anuncia una hora y media de show basado en su última gira (Paraíso Tour), "así es que hay que ir rápido con las antorchas. A la cuarta canción ya quiero antorchas", bromea.