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Un Alejandro Sanz de estatura global vuelve a seducir a la Quinta Vergara

En su tercera visita a Viña, el español mostró el camino que ha recorrido en cerca de 20 años, y que lo tienen encumbrado en la primera línea. La respuesta que siempre encuentra en el público chileno, en Viña fue encarnada en dos antorchas y dos gaviotas.

27 de Febrero de 2011 | 00:02 | Por Sebastián Cerda, enviado especial a Viña del Mar
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Héctor Flores, El Mercurio

VIÑA DEL MAR.- Era de los pocos artistas ligados a la escena romántica en castellano que verdaderamente se podía extrañar en este escenario. No sólo porque no está en la pelea por batir el récord de presencias en la Quinta Vergara, sino también porque cuenta con un repertorio crecido en éxitos, y con una popularidad y arraigo que no desmerece ante las modas ni los sex symbol de turno.

Por eso Alejandro Sanz figuraba como uno de los llamados a llevar la delantera en este Festival de Viña, y esta noche lo consiguió apegado casi estrictamente a la estructura de su "Paraíso Tour", una de sus más celebradas giras en los últimos años.

Y aunque el nombre de ese periplo recoge el nombre del último disco del español (Paraíso express), son los grandes éxitos que ha acumulado desde principios de los 90 a la fecha los que estructuran su show, para deleite de una fanaticada que a estas alturas es transgeneracional.

"Lo que fui es lo que soy", "Desde cuando" y "Viviendo deprisa" formaron parte del arranque, en un recorrido que luego siguió por hits tan probados como "Corazón partío", "Cuando nadie me ve", "No es lo mismo" y la más reciente "Looking for paradise".

En esta última la oportunidad de lucirse es de su corista, pero es su impecable banda de ocho integrantes la que sostiene una ejecución sin baches ni salidas de madre (no hay que olvidar que esto es pop y baladas) a lo largo del concierto.

Pero así como se lucen los músicos, lo propio hace Luis Pastor, el encargado de la iluminación y escenografía del "Paraíso Tour", y que cumplió con la misma tarea en el Festival. Por lo mismo, el también español se guardó el mayor empeño para su amigo, y le sacó al jugo a su estructura como no lo había hecho hasta ahora en el certamen.

Menciones al terremoto (con temas dedicados a "todos los hermanos que ese día lo pasaron mal"), un dueto con Noel Schajris ("Lola Soledad"), otra seguidilla al piano ("Yo sé Que la gente piensa", "¿Lo Ves?", "Tú no tienes la culpa") y un ensordecedor coro del público en "¿Y si fuera ella?", fueron otros de los elementos de marcaron la noche, coronada con los cuatro trofeos festivaleros.

Ésos para el español. Para los de la Quinta, en tanto, queda el encuentro con otra figura, a 17 años del arribo del jovencito emergente y a diez del último galán hispano. El de esta noche, en cambio, es un artista global, que dejará anotado su nombre entre los de mayor altura que pasaron por Viña 2011.

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