''Post Mortem'' compite por el premio a mejor largometraje iberoamericano.
El MercurioGUADALAJARA.- La cinematografía chilena ha levantado fuerte su voz en la 26 edición del Festival Internacional de Cine en Guadalajara, con la aplaudida proyección de "La lección de pintura", un premio otorgado al proyecto "Las niñas de Quispe" y la película en concurso "Post Mortem", entre otras.
"Existe el prejuicio de que todas las películas chilenas son políticas, pero se trata sólo de un prejuicio", afirmó el productor Juan Ignacio Correa, que recibió en Guadalajara el Premio Churubusco, un apoyo para la postproducción de "Las niñas Quispe" por 125 mil dólares, proyecto que ya fue reconocido en Francia con un incentivo monetario.
La presencia de la cinematografía chilena en el festival se completa con tres documentales y "La ducha", de María José San Martín, que participa en la sección oficial de cortometrajes iberoamericanos.
La cinta "La lección de pintura", de Pablo Perelman y protagonizado por el actor mexicano Daniel Giménez Cacho ("La mala educación" ) narra la historia de un niño prodigio en el Chile de los 60 y compite en la categoría de mejor película iberoamericana.
En la película el dueño de una farmacia de provincia intentará hacer del pequeño prodigio un artista como los que aparecen en sus libros de pintura. Narrada desde la memoria del boticario, se despliega la corta existencia de un personaje de ficción que hubiera podido ser un genio mayor de la pintura si no hubiese desaparecido, a los 13 años, el 11 de septiembre de 1973, día del golpe militar de Augusto Pinochet.
Aunque los temas políticos no sean los únicos, "es cierto que el cine chileno está atravesado por las historias de la dictadura, pero sucede que fue un hecho muy fuerte, que dejó grandes heridas en mi país y que por otra parte es bastante reciente", afirmó Correa.
"Las niñas Quispe", del guionista y director chileno Sebastián Sepúlveda, narra la historia real, ocurrida en 1974, de tres hermanas de la etnia colla, pastoras de cabras del altiplano de Atacama, en la frontera norte de Chile con Argentina. Las mujeres se suicidaron después de que un decreto del gobierno de Pinochet prohibiera el pastoreo en esa región.
El premio, al que se inscribieron 30 proyectos, se entregó durante el VII Encuentro Iberoamericano de Coproducción Cinematográfica. El apoyo nació en 2005, con el fin de coproducir proyectos cinematográficos en desarrollo.
Correa es también el productor de "Post Mortem", película de Pablo Larraín que compite como mejor largometraje iberoamericano y que relata una trágica historia de amor entre el empleado de una morgue y una bailarina, ambientada en el golpe militar de 1973 que derrocó a Salvador Allende.