Los Bunkers pusieron otro grano de música nacional en el inicio de Lollapalooza Chile.
Cristián Soto, EmolSANTIAGO.- Puntualmente a las 12:45 horas la descarga eléctrica de "Qua ya viví, que te vas" comenzó a sonar en el Claro Stage de la mano de Los Bunkers, justo después de que Francisca Valenzuela se despidiera unos cien metros más allá, en el Coca-Cola Zero Stage.
Así, como reloj, funciona hasta ahora el intercambio de artistas entre los diversos escenarios de Lollapalooza, que ya comienza a recibir a un cada vez más numeroso contingente de público, que a esta hora se aproxima a las diez mil personas en los distintos sectores.
De ellas, unas seis mil vieron a los penquistas, quienes se pasearon por sus éxitos de la última década y por las nuevas canciones de su celebrado disco Música Libre, en homenaje a Silvio Rodríguez.
De este álbum, "Quien fuera" y "La era está pariendo un corazón" fueron algunas de las que sonaron, esta última en compañía del cantautor Manuel García, quien había subido antes para interpretar "Llueve sobre la ciudad", una de las antiguas junto a canciones como "Miño".
En Kidzapalooza, en tanto, a esta hora son decenas los niños que ven el primer show, a cargo de Magic Twins.
La jornada había comenzado a las 12:00 con Francisca Valenzuela, quien aprovechó de tocar varias canciones de su nuevo disco, Buen Soldado, lanzado en marzo. "Buen soldado", "quiero verte más" y "Mujer modelo" fueron parte de un repertorio que logró su punto alto con los sencillos más antiguos de la cantautora de 23 años. El coro masivo de "Dulce", "Peces", "Afortunada" y "Muérdete la lengua" fueron la prueba de que la chilena podía darse el lujo de iniciar la primera versión del festival en el país.
El sonido ha acompañado a los distintos exponentes, aunque New Kids on the Noise enfrentó dificultades en el escenario instalado en Movistar Arena. Por casi cinco minutos tuvieron que manener silencio para arreglar un desperfecto de sonido, pero las casi 500 personas que los acompañaban en la cancha esperaron sin manifestaciones de molestia, aunque con evidente merma en el ánimo fiestero.