Susan Sarandon y Richard Gere disparan contra los políticos en exhibición de su nueva película

SAN SEBASTIÁN.- La nueva película de Susan Sarandon con Richard Gere,  "Arbitrage" (El Fraude), abrió hoy con aplausos la nueva versión del Festival de Cine de San Sebastián. La ópera prima de Nicholas Jarecki muestra la oscura vida de un exitoso magnate neoyorquino.

Gere interpreta a Robert Miller, quien oculta de forma fradulenta las pérdidas ocasionadas por una mala inversión en su compañía, con el objetivo de venderla y deshacerse del problema.

Pero el personaje de Gere tiene más cosas que esconder: un romance con una joven galerista francesa -interpretada por Laetitia Casta- y un homicidio involuntario que, de conocerse, daría al traste con toda la transacción.

La esposa del villano es intepretada por Sarandon, quien estuvo presente en el estreno junto a Gere. Allí, ambos actores analizaron el mundo de los tiburones financieros y la actual crisis económica.

Conocida por su activismo y su tendencia política de izquierda, Sarandon aprovechó que la película va más allá de los parqués financieros para ahondar en algunos conceptos que distinguen a demócratas y republicanos.

"Creo que todos quieren cuidar de sus familias, que sean hogares seguros y felices, pero la definición de familias es distinta", señaló. "Para los demócratas, es más amplia", dijo en referencia al concepto de partido que cuida de los más necesitados.

Gere fue más conciliador. Dijo que ha hablado con muchos republicanos muy poderosos, buenos y no tanto, sobre lo que llevó a Wall Street a la crisis de 2008, pero que no cree que los ciudadanos estén en contra de las personas con éxito. "Lo que nos duele es ver en ellos una gran codicia", afirmó.

Con todo, cree que también hay ejemplos de cambio, personas con poder y multimillonarias como Bill Gates, que por distintos motivos pasan a dedicar gran parte de su fortuna a las causas solidarias. Pero Sarandon no opina lo mismo: "También hay gente mala, 'Dick Cheneys' que no tienen ninguna empatía."

Eso sí, según la ganadora de un Oscar por "Hombre muerto caminando", no es sólo una cuestión política. "En Estados Unidos es también una cuestión interna, porque no nos estamos enfrentando al problema de base", señaló la actriz. "Necesitamos un cambio de filosofía."