Larraín y éxito de "No" en el extranjero: "La gente lo vincula a la realidad de su propio país"

LOS ANGELES.- En medio de la vertiginosa agenda que Pablo Larraín sigue en Hollywood antes de la ceremonia de los Oscar, el director nacional se toma una pausa para conversar con Emol en uno de los salones del exclusivo Beverly Wilshire Hotel, donde se hospeda junto a su esposa, Antonia Zegers, y el resto de su equipo en Beverly Hills.

Nueve días después del estreno de la película en los cines comerciales de Estados Unidos, y luego de debutar en países europeos como España, Grecia e Inglaterra, el realizador asegura que la reacción del público fue "interesante de descubrir".

"Lo que pasa es algo bien interesante que yo jamás pensé, que es que la gente lo vincula y lo asocia a la realidad de su propio país. Uno pensaría que es algo muy difícil que ocurra, porque son hechos que sucedieron en Chile hace 25 años y que están basados en una historia bastante particular como es un plebiscito en dictadura, pero pasa. Pareciera que tuviera que ver con la democracia, con el modelo en que estamos, que ha provocado una desigualdad abrumadora y ha desatado muchos conflictos en varias partes del mundo", afirma Larraín.

El director, que el año pasado gozó de críticas positivas desde que exhibió la producción en Cannes, es definido por los especialistas extranjeros como uno de los talentos más importantes del cine latinoamericano. Y aunque algunos perciben un cambio en su estilo a la hora de dirigir, él asegura que se trata sólo de una perspectiva distinta en su último filme.

"No siento que haya un cambio en la dirección, yo siento que somos los mismos. La diferencia es que 'Tony Manero' y 'Post Mortem' son películas sobre víctimas, seres humanos que viven un desprendimiento moral a partir del desprendimiento moral de su entorno. En 'No' se muestra un triunfo, el cual tiene un lado un poco amargo, que tiene que ver con cómo negociamos con Pinochet y cómo nos quedamos con sus instituciones y cómo jamás fuimos capaces de juzgarlo ni a él ni a los violadores de los derechos humanos", afirma el director.

"Al mismo tiempo, creo que la película fue una suerte de oráculo de lo que iba a acontecer después", apunta, explicando que se anticipó a "cómo usamos un modelo económico que tiene hoy día a Chile con ocho o diez dueños, que tiene a Chile con una desigualdad que junto con México están en los primeros lugares según la OCDE, y que tiene una especie de bajos impuestos para un grupo de millonarios que son dueños de todas las empresas y a un estado que se hace cada vez más chico", estima el realizador.

Larraín se presentará en la ceremonia de los 85° premios Oscar este domingo pasadas las 21:00 horas, en el teatro Dolby de Hollywood (ex Kodak). Los detalles de esta gala serán seguidos en directo por Emol desde Los Angeles.