Dead Can Dance cierra su gira mundial en Chile con un espectáculo de culto

SANTIAGO.- La agrupación australiana Dead Can Dance ofreció la noche de este sábado en Santiago un concierto de culto en el cierre de la gira mundial que inició en agosto de 2012 y en el que ratificó su cercanía con el público chileno, a menos de un año de su debut en tierras nacionales.

"Magistral, elegante y sublime" fueron algunas de las expresiones de sus seguidores al culminar su presentación en el Movistar Arena, a la que asistieron más de 7.500 personas.

El dúo formado por Brendan Perry y Lisa Gerrard abrió puntualmente el concierto a las 22:00 horas con "Children of the Sun", canción que abre su última producción, Anastasis, editada en 2012.

Luego la banda dio paso a la exótica "Agapé" —con la que Lisa Gerrard mostró todos sus dotes como cantante—, y posteriormente realizó un recorrido que completó 18 canciones de sus diferentes producciones musicales, que los han situado como una de las bandas de culto más importantes de la música contemporánea.

Entre ellas, dijeron presente piezas clásicas del repertorio de la agrupación como "The Host of Seraphim", "Cantara", "Rakim" o "Nierika", así como también temas de su más reciente apronte de estudio, como "All in good time", "Kiko" y la épica "Return of the She-King", encargada de poner punto final al espectáculo.

Antes de la presentación del grupo, el percusionista David Kuckhermann preparó el ambiente para una experiencia musical llena de sensaciones y mística que logró una perfecta combinación de estilos y sonidos.

Dead Can Dance se reencontró con el público chileno, luego de dos exitosas presentaciones realizadas en diciembre del 2012 y ratificó la cercanía que tienen con Chile, razón por la cual eligió este país para poner fin a un tour mundial que lo trajo de vuelta a los escenarios y a la producción musical después de varios años.

Durante esta gira, la banda aprovecho para realizar una producción en vivo que se grabó en diferentes conciertos ofrecidos en Estados Unidos.