El nuevo despegue de Los Pericos

SANTIAGO.- Pérdida y reencuentro, son los extremos opuestos por los que transita en estos días la banda argentina Los Pericos. El primero es una emoción a flor de piel: Ha pasado apenas un mes desde el fallecimiento de Horacio Avendaño, saxofonista histórico de la banda y uno de los integrantes más queridos en el interior de la misma, quien a los 52 años no pudo seguir adelante en su batalla contra el cáncer.

"Es el tipo que siempre nos hacía reír, con comentarios ácidos y sagaces", recuerda Juanchi Baleiron, cantante y guitarrista en la agrupación, que volvió a los escenarios días después del deceso de Avendaño. Sobre ese momento, el músico cuenta que fue "extraño, con sensaciones encontradas", pero que finalmente sobrellevaron en su estilo y el del propio saxofonista.

"Hicimos una gira larga por México a 15 días de su partida, y le hemos dejado su lugar armado con su micrófono y su cerveza. Le dedicamos en cada show un minuto de bullicio, en contraposicion al silencio protocolar", cuenta Baleiron.

Y sumidos en ese proceso es que el grupo, recordado por hits lejanos como "Jamaica Blood" y "Waitin", se adentrará en el segundo extremo, el del reencuentro, cuando este sábado 24 toquen nuevamente en Chile, con una característica que hace recordar el arrollador éxito que aquí tuvieron en los años 90: El show que harán en el Teatro Caupolicán, junto a Los Auténticos Decadentes, está absolutamente agotado.

"¡Genial!", dice Juanchi al enterarse. "Siempre disfrutamos de regresar", agrega. Claro que esos regresos comenzaron a producirse recién hace un par de años, luego de casi diez sin venir. Los 90, en tanto, fueron la otra cara de la moneda: Los Pericos llegaron a ser la banda más exitosa en Chile durante un par de temporadas, y no hubo rincón de este país que no los acogiera para alguna multitudinaria presentación, al alero de discos como Big Yuyo (1992), Pampas Reggae (1994) y Yerba Buena (1996).

"Íbamos mucho, y analizándolo a la distancia quizá hubo como una saturación lógica. Por otro lado, después estuvimos ampliando mercado en otras latitudes, y todo se fue dando de una manera que por ahí no estuvimos muy presentes en los últimos diez años. Ahora llevamos dos acercándonos de a poco, mostrando el perfil actual de la banda, con mucha energía y muchas ganas", cuenta el guitarrista, quien tomó el lugar de frontman que en 2004 dejó vacante el recordado Bahiano.

Ese "perfil actual" sigue anclado en el reggae, género a partir del cual Pericos dice moverse hacia otras zonas. "Siempre hicimos reggae a nuestra manera, no buscábamos ser puristas. Y siempre está en nosotros, aunque a veces nos hemos puesto más rockerizados, o más latinos. Es variado el rumbo que tomamos, pero siempre subidos a un reggae que es nuestro reggae. Es una calle que se ensancha, tratando de engordar nuestro sonido, más que cambiar de rumbos", explica Baleiron.

Y el otro elemento determinante en el "perfil actual" está dado por la dinámica. "Quizá ahora estamos más concentrados en la energía musical que en hacer un show como los de antes. Cambió la estructura, el peso de banda. La banda es la protagonista, el nombre es el protagonista. Nos plantamos de una forma muy horizontal. Siempre fue así, pero quizá antes lo mostrábamos de otra forma", afirma el guitarrista, aludiendo a los años de Bahiano al mando.

Por eso mismo es que la decisión de tocar temas como "El ritual de la banana", "Párate y mira" o "Caliente" es algo que dejan para última hora, según el ambiente que encuentren en cada lugar. Pero de todos modos, algunas cosas ya están claras, de cara al caupolicanazo del sábado: "Haremos una puesta al día para quienes no nos ven hace mucho tiempo, un reseteo de muchas cosas al sonido actual de la banda, y un repaso por lo que la gente viene a escuchar de Pericos. El que conoce a Pericos de siempre, va a tener lo suyo. Estamos en plan de reconexión, así es que este recuento grande en Santiago va a estar buenísimo".