SANTIAGO.- El olor a hollín aún se percibe en las dependencias del Teatro Municipal de Santiago. Sin embargo, el ambiente que se vive dentro del recinto no es de tragedia, sino de gran optimismo. La música de Tchaikovsky inunda el hall del lugar, que actualmente sirve de sala provisoria para el Ballet de Santiago.
Todo a causa de "Cascanueces", la primera obra que presentará la compañía —que viene llegando de una exitosa gira por China— tras el incendio que afectó al teatro el pasado 18 de noviembre, el próximo 27, 29 y 30 de diciembre... Pero en el Caupolicán.
"No es el ideal, pero es el espacio que hemos habilitado para que la compañía haga su trabajo de forma normal y cotidiana, para que hagan su práctica diaria, puedan ensayar y cumplir sus compromisos", explica Andrés Rodríguez, director general del teatro, acerca de las nuevas zonas de ensayo.
"Son instalaciones de emergencia, que a la compañía le sirven y puede mantener su práctica", agrega.
A mediados de noviembre pasado,
un incendio afectó gran parte del teatro, afectando áreas como la zona de vestuario, una sección de las salas de ensayo de ballet, y algunas oficinas, principalmente en los
pisos 2 y 3. El primero, en tanto, tuvo daños vinculados al agua y al humo.
"Estimamos que hay una cifra en torno a los 2.650 millones de pesos, entre pérdidas de vestuario, espacio físico y función de maquinaria", comenta Rodríguez, quien se muestra positivo tras el balance del daño ocurrido.
Parte del optimismo se debe al
apoyo recibido, como el del Teatro Colón de Buenos Aires, que prestó parte del vestuario para "Cascanueces", y otras donaciones que han tenido, las que suman alrededor de 900 millones de pesos.
"Calculamos que al menos un año y medio (como tiempo de reparaciones), porque hay que desarrollar el proyecto, llamar a licitación, ver los proyectos arquitectónicos y ver de cuántos recursos se va a disponer para comenzar a construir inmediatamente. Aún faltan informes periciales. No sabemos exactamente qué vamos a tener que demoler, por lo que estamos a la espera de esos datos para poder empezar", asegura el director.
"Todo nos hace pensar que vamos a tener un proyecto en el cual se va a poder invertir dinero, porque no tiene sentido volver a lo que teníamos. Queremos tener una cosa mejor y definitiva, que va a requerir tiempo. Es mejor hacer un sacrificio por un año, un año y medio, pero quedarnos con instalaciones que sean definitivas para el ballet. Hay que mirar a futuro", afirma.
Sin embargo, en marzo de 2014 el Teatro Municipal retomará sus presentaciones de conciertos y ballet, mientras que en abril y en mayo las de ópera. Esto no quiere decir que el lugar vaya a estar a un ciento por ciento, pero se espera que al menos el escenario esté listo para las funciones.
"Tenemos un edificio que está atrás del teatro, que es donde funciona la escuela de ballet, que quedó muy dañado con el terremoto, y que está prácticamente terminado. Allá deberá trasladarse provisoriamente la compañía una vez que esté terminado, hasta que pueda volver a instalarse aquí en las nuevas instalaciones", asegura Rodríguez.
