EMOLTV

El Huaso Filomeno y su humor rural conquistaron el corazón del "Monstruo" en Viña 2015

El artista oriundo de Victoria se echó al público al bolsillo con sus divertidas historias y terminó llevándose las gaviotas de plata y oro. "Estoy feliz y orgulloso", dijo con emoción tras recibir los premios.

25 de Febrero de 2015 | 02:59 | Por Karen Cordovez, enviada especial a Viña del Mar

La Quinta: Los mexicanos prendieron la tercera noche festivalera

VIÑA DEL MAR.- Con una rutina graciosa, a ratos pícara, y que apeló a lo cotidiano, el Huaso Filomeno se consagró sobre el escenario de la Quinta Vergara de la mano de ese "humor rural" que lo lanzó a la fama en "Coliseo Romano" (Mega) y este martes le permitió inscribir su nombre entre los triunfadores de Viña 2015.

Roger Jara, el hombre tras el personaje, subió a escena pasada la medianoche y de entrada fue recibido con aplausos por el público presente, lo que le permitió agarrar confianza y dar curso a la presentación con un "Ceachei" que fue acompañado por el "Monstruo".

"Estoy muy contento representando al huaso chileno", repitió el oriundo de Victoria en varias ocasiones a lo largo de la presentación que se basó en relatar simpáticas historias sobre su infancia en el campo, su relación con las nuevas tecnologías y su vida familiar, contadas con gracia e histrionismo.

Cuando el reloj marcaba las 00:30 horas, el Huaso Filomeno comenzó a encaminar su rutina por la recta final con un divertido cuento sobre sus intentos de conquista a una "pelolais" al interior de una discotheque. En ese momento su representación fue clave para que los asistentes rompieran en carcajadas y comenzaran a pedir para él todos los premios.

"Gracias Quinta Vergara... de verdad. Tengo el corazón hinchado. Muchas gracias por todo el cariño", dijo tras recibir las gaviotas de Plata y Oro, justo cuando su actuación marcaba un peak de 36 puntos de sintonía.

"Estoy feliz y orgulloso", reconoció el humorista previo a realizar el "bis" de su show en medio de vítores por parte de la galería. "¡Se lo merece!", gritaba el "Monstruo" desde lo más alto del anfiteatro, y en su rostro no podía ocultar la emoción propia de quien había logrado la consagración en el escenario más exigente de nuestro país.