SANTIAGO.- Un tribunal chileno condenó hoy al Fisco a pagar una indemnización de $300 millones (US$550.458) a la familia de un comerciante que fue asesinado en el norte del país en enero de 1974 por agentes del Estado.
Se trata de Luis Aníbal Manríquez Wilden, comerciante minorista sin militancia conocida, que fue detenido por Carabineros (policía militarizada) en Iquique, a 1.897 kilómetros al norte de Santiago, el 3 de noviembre de 1973.
Posteriormente fue trasladado al Regimiento de Telecomunicaciones de esa ciudad, desde donde fue enviado al campo de prisioneros de Pisagua, una pequeña localidad costera del desierto de Atacama situada a 1.909 kilómetros al norte de la capital.
De acuerdo a la información oficial fue dejado en libertad el 29 de enero de 1974.
Sin embargo, su familia no tuvo noticias sobre su paradero hasta que en 1990 su cadáver apareció en una fosa clandestina descubierta en Pisagua.
La resolución fue dictada por el juez titular del 18° Juzgado Civil de Santiago, Juan Polanco, como reparación por el "daño moral" causado a la familia Manríquez.
El abogado Nelson Caucoto aplaudió la sentencia, que estableció que en los hechos que rodearon la muerte y desaparición de Luis Manríquez "aparece manifiesta y directamente la actuación de agentes del Ejército".
Esta es la segunda indemnización millonaria que los tribunales chilenos conceden en un mes a familiares de las víctimas de la represión ejercida durante el régimen militar que encabezó Augusto Pinochet entre 1973 y 1990.
El 24 de julio pasado el juez Osvaldo Correa condenó al Fisco a pagar una indemnización de $240 millones (US$450.000) a la familia del ex director de Investigaciones (policía civil) Eduardo Paredes, quien desapareció desde el Palacio La Moneda el 11 de septiembre de 1973.
Sus restos fueron encontrados a comienzos de la década del 90 en una fosa clandestina en el Cementerio General de Santiago y fueron identificados en 1994.
