SANTIAGO.- La directiva del Colegio de Profesores informó hoy a la Asamblea Nacional del magisterio, que reúne a 150 dirigentes nacionales en el edificio Diego Portales, sobre la nueva contrapropuesta salarial que presentarán al Gobierno en el marco de la negociación 2000 que mantienen con las autoridades de educación.
Según explicó el presidente del gremio, Jorge Pavez, la contrapropuesta es a dos años y en ella se solicita al Gobierno alrededor de 12 mil millones de pesos más de lo que las autoridades ofrecieron. Esto significa aumentar en dos o tres puntos la oferta anterior de reajuste para el período 2001-2003, es decir, un 15 o 16%, lo que se desglosaría en un 3,5% de reajuste real durante el primer año y un 8,5% en el segundo.
El economista Manuel Riesco, asesor del colegio profesional explicó que para el 2001 esta propuesta contempla un reajuste nominal del 6,3 por ciento, de modo que si un profesor gana hoy 400.000 pesos, a partir de febrero del próximo año recibirá 424.000 pesos.
Adicionalmente se entregará, sólo por una vez, un bono de 20.000 pesos a cada profesor y habrá un reajuste especial para los maestros que se desempeñan en escuelas rurales.
Para el 2002 se otorgará un reajuste del 8,38 por ciento nominal.
Asimismo, el magisterio rechaza la idea de incentivos propuesta por el Gobierno. "Esta asignación de excelencia académica nos parece a nosotros que si no va ligada a una carrera profesional, que es lo que nosotros demandamos, no estamos en condiciones de aceptarla", indicó Pavez.
La asamblea nacional deberá decidir sobre la aprobación o rechazo de la contrapropuesta, aunque el presidente del gremio percibe un ánimo bastante favorable para que sea acogida. Si ocurre así, pueden darse dos escenarios: que la comisión negociadora se reúna directamente con el Presidente Lagos y firmen un acuerdo, o bien, antes de presentar la contrapropuesta a las autoridades, consultar a los profesores a nivel nacional. Esta consulta, según afirmó Pavez, sería lo antes posible, seguramente dentro de los primeros días de la próxima semana.
Por el contrario, si la asamblea nacional decide no aceptar la contrapropuesta, los profesores no firmarán ningún acuerdo con el Gobierno. Asimismo, indicó Pavez, si en la consulta los docentes tampoco acogen la contrapropuesta de sus representantes, serán los mismos profesores los que deberán señalar si desean o no realizar una paralización como forma de presión.
Sin embargo, el Colegio de Profesores insiste en el camino de la negociación. "Queremos salir como magisterio, como profesores, con el mejor resultado, y dejar abierta, por lo tanto, la potencialidad para una negociación en mucho mejores condiciones como gremio y también como país a partir del año 2003. No como lo estaban planteando ellos (el Gobierno) en el sentido de "clavarnos" seis años con reajustes absolutamente insuficientes y aún más los tres últimos sujetos a una eventualidad que está totalmente incierta, como es que el crecimiento del país sea superior a un 7%", enfatizó el dirigente.
Pavez agregó que "estamos haciendo una contrapropuesta en la que hemos escuchado y nos hemos hecho escuchar. Por lo tanto, no queremos ir a los porrazos. Los profesores queremos tener clases normales y no tener que paralizar actividades para tener mejoramientos salariales. Lo que queremos es que haya un Gobierno que tenga sensibilidad, que nos escuche y que cumpla".
El sueldo no es todo
El presidente del Colegio de Profesores explicó además que la materia salarial no es lo fundamental para los docentes, sino que "hay un conjunto de aspectos que nos parecen de enorme trascendencia, que tienen que ver con las condiciones de trabajo de los profesores, que estaríamos en condiciones de conseguir, si existe la voluntad política para hacerlo".
En este sentido, afirmó, el tope de las negociaciones con las autoridades "ha sido la voluntad de fijar un criterio economicista en la idea de que se entreguen incentivos en un período largo de tiempo, con un reajuste general muy bajo, planteándonos una negociación a seis años que en el mejor de los casos iba a llegar al 30%, cuando nosotros decimos que es un 61,7%. Esperar seis años nos parece que es demasiado tiempo".
"Nosotros queremos reajustes reales, pero no solamente eso. Estamos planteando mejorar las actuales condiciones de trabajo de los profesores y en ese sentido poder también tener y contar con espacios reales de participación", finalizó el dirigente.